En un partido tan frenético como caliente de principio a fin, Boca se lo empató agónicamente en el último minuto a Rosario Central y evitó sumar su cuarta derrota al hilo en la Liga Profesional. Fue 2-2, gracias a los goles de Lautaro Giaccone y Alejo Véliz para el local, mientras que Martín Payero y Nicolás Figal anotaron para el Xeneize.
Ni bien sonó el pitazo inicial, el local ya dio el primer aviso y exigió a Sergio Romero: Alejo Véliz cabeceó un envío aéreo desde el córner y el arquero visitante se lució para ahogar el grito sagrado desde el vestuario. Después de unos minutos de ida y vuelta, el equipo de Jorge Almirón empezó a tomar las riendas del juego y mostró algunas conexiones interesantes que no se habían visto hasta el momento.
No obstante, más allá de algún remate de Payero u Óscar Romero, no logró lastimar demasiado a Jorge Broun. El Canalla emparejó las acciones después del cuarto de hora, tuvo una llegada con un zurdazo de Jaminton Campaz y rápidamente, en una nueva acción de peligro, puso el primero gracias a un golazo de Lautaro Giaccione: recibió por la banda derecha, dejó desairado a Valentín Barco con un notable enganche y fulminó a Chiquito con un zurdazo que rompió la red para el 1-0 de Central.
En el inicio del complemento, Giaccone otra vez brilló con una gran jugada individual: entró al área, remató y el árbitro Ariel Penel cobró penal por supuesta mano de Luis Advíncula. Sin embargo, lo llamó el VAR y tras chequearlo en el monitor, decidió anularlo. Con la reanudación, se dio un partido con llegadas para los dos lados, hasta que apareció Payero de cabeza, después de una gran jugada colectiva de Boca, para poner el empate.
Sin embargo, la alegría le duró poco al conjunto de la Ribera: cinco minutos más tarde, Véliz tuvo su aparición goleadora en el área tras una gran asistencia de Campaz para decretar el 2-1. Ya en ventaja el local nuevamente, los últimos minutos estuvieron marcados por un clima muy caliente: empujones entre los jugadores, la expulsión de Russo, Almirón y más. Pero la historia no terminó ahí: cuando el reloj marcaba 54´ (9 de los 10 de adición), Figal dijo presente en el área rival para sentenciar el agónico empate de Boca.