En un reciente episodio de tensión política, Diego Valenzuela, actual dirigente que se alejó del PRO para sumarse a La Libertad Avanza, respondió con firmeza a las declaraciones de Mauricio Macri. El expresidente había señalado que «los dirigentes que tenían precio ya fueron comprados» y que quienes permanecen en el espacio «no tienen precio, tienen valores».
Valenzuela, lejos de aceptar la insinuación, afirmó contundentemente que «si algo no tengo es precio» y destacó que sus valores, junto a los de Patricia Bullrich, son claros: apoyar el cambio que votaron los argentinos y evitar caer en especulaciones partidarias. Con esta respuesta, el dirigente libertario dejó entrever que la crítica de Macri podría estar motivada por intereses políticos y no por una defensa genuina de los valores que él menciona.
Por su parte, varios diputados y diputadas que continúan en el PRO cuestionan la decisión de Valenzuela de abandonar el espacio, y critican que en lugar de asumir su salida, el exintendente se ponga a la ofensiva, señalando a su ex partido. Esta situación refleja una fractura interna que se profundiza en un momento clave para las negociaciones políticas en la provincia de Buenos Aires.
El cruce pone en evidencia las diferencias entre quienes buscan mantener la unidad del PRO y quienes apuestan por nuevas alianzas y espacios políticos, generando un debate sobre la lealtad, los valores y las estrategias electorales de cara al futuro.
