El país vecino está a solo 1.255.326 metros cúbicos de quedarse sin agua para tomar a medida que se agotan las reservas de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce para la zona más poblada.
En medio de la peor sequía de su historia y de un estado de emergencia hídrica, a Uruguay solo le queda un 1,8% de reservas de agua potable apta para beber. El gobierno del presidente Luis Lacalle Pou estima en menos de dos semanas el país no tendrá reservas de agua apta para su consumo.
La aguda sequía que azota a Uruguay desde hace más de tres años llevó a niveles históricamente bajos las reservas de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce para la zona más poblada del país vecino, con una capacidad de 67.000.000 m3.
En los últimos dos días, las reservas de agua en Paso Severino, a unos 85 km al norte de Montevideo, bajaron 199.869 m3, ubicándose este domingo en el mínimo histórico de 1.255.326 metros cúbicos, lo que representa solo el 1,87% de sus reservas.
El agua represada en Paso Severino no sólo ya no escurre sobre el gris hormigón del vertedero, sino que está varios metros por debajo. Y el caudal controlado que fluye hacia la usina potabilizadora, situada 35 km río abajo, apenas salpica las rocas enfrente.
Según expertos, la situación tiende a agravarse, ya que según el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) no se esperan lluvias para la zona a corto plazo. “Tenemos anomalías positivas de precipitación en la primavera. Eso haría pensar que en setiembre comienzan las lluvias abundantes y recurrentes”, dijo Mario Bidegain, director de climatología en el Inumet.
“Lamentablemente no va a llover primero en el sur, sino en Artigas, Rivera y Salto. Entonces tendríamos que decir que se va a empezar a normalizarse de norte a sur la situación. Y que la última cuenca en regularizarse sería la del Santa Lucía”, agregó.
Para su colega, el meteorólogo Nubel Cisneros, el panorama es peor: “En su principio se preveía que en la primavera podríamos tener lluvias importantes, pero las tendencias ahora estarían indicando que las lluvias importantes, para suplir ese déficit hídrico que tenemos y sobre todo en la zona de la cuenca del río Santa Lucía, comenzarían a llega por el mes de diciembre aproximadamente”.
En este escenario “aumenta el déficit hídrico en esas zonas”, complementó en sus redes sociales el director de Meteorología y Clima para la Sociedad del Inumet, Néstor Santayana.
La sequía que afronta Uruguay desde hace tres años, causada en parte por la condición climática natural de tres años La Niña, “no tiene precedentes” y “es la peor desde que existen registros en el país sudamericano, principios del siglo XX”, informó en mayo el Inumet.
“Tuvimos una sequía de dos años que fue reemplazada por una sequía extrema en los últimos meses”, dijo la bióloga y ambientalista Mariana Meerhoff. “Es una situación absolutamente excepcional para Uruguay”.
“Nunca habíamos tenido tan poca lluvia. La situación en Montevideo es tan dramática porque, por supuesto, mucha gente depende del agua potable”, lamentó la experta.
El presidente Lacalle Pou anunció la semana pasada la declaración de la “emergencia hídrica” para Montevideo y el área metropolitana y la exoneración de impuestos al agua embotellada ante la histórica falta de lluvias y de reservas de agua dulce.
Lacalle Pou remarcó después que no existe una solución inmediata: “Estamos tratando de manejar lo mejor posible las reservas que tenemos y haciendo una obra que va a llevar 30 días”, dijo en alusión al proyectado embalse sobre el río San José.
“Si no llueve, va a haber un lapso en el cual el agua no sea bebible”, remarcó, aunque aclaró que el agua de OSE podrá usarse para “lavar”, “bañarse” y “saneamiento”.
Lacalle Pou dijo que el agua para beber representa el 5% del total de agua que se consume en un hogar promedio. Y aseguró que casi un tercio de los afectados tendrán agua embotellada “gratis”, en tanto los otros tercios, la tendrán “sin impuestos”.
El jueves, el gobierno anunció que desde la semana que viene más de 500.000 personas que residen en el área metropolitana recibirán dinero para comprar dos litros de agua embotellada por día. La exoneración de impuestos al agua embotellada fue aprobada por el Parlamento el 21 de junio.
Para paliar la falta de precipitaciones, Obras Sanitarias del Estado (OSE), la empresa estatal que suministra agua potable en Uruguay, estuvo mezclando desde hace dos meses el agua de Paso Severino con otra de cursos cercanos al Río de la Plata, más salobre por provenir del estuario.
Esto obligó a un aumento temporal de los niveles máximos de cloruro y sodio permitidos para el agua de OSE, vigente hasta el 20 de julio. Según el último informe diario, en una línea de bombeo del área metropolitana esos niveles estaban por encima de lo autorizado.
También el gobierno autorizó el aumento temporal de trihalometanos (THM), compuestos químicos que se forman durante la desinfección con cloro y son nocivos si se consumen a lo largo de décadas.
“Es absolutamente seguro que por 45 días el aumento de THM no produce ningún daño a la salud”, aseguró la ministra de Salud, Karina Rando.
“Los políticos han reaccionado demasiado tarde a esta situación, a pesar de que la comunidad científica ha estado advirtiendo sobre el problema del agua potable en Uruguay durante casi tres décadas”, se quejó Meerhoff. “Se niegan a reconocer cuán dramática es realmente la situación del agua potable”, dijo, y anticipó: “Las crisis de agua como esta aumentarán en el futuro y se volverán aún más severas”.