En un contexto donde los comunicados en redes sociales se fanatizan con la idea de «la libertad» y defienden todo a ultranza sin medir consecuencias, el gobierno nacional de Javier Milei avanza en su plan de desregularlo todo. Ahora, apuntan a eliminar las matrículas obligatorias para carreras clave como medicina, gasistas o electricistas, entre otras.

La justificación libertaria: ¿un «curro» o un riesgo mortal?

Los influencers libertarios lo llaman simple «curro»: basta con un título para ejercer. Pero esta visión romántica ignora la realidad. Sin matrículas, nadie controlaría quién ejerce. Cualquiera podría abrir una escuela de medicina trucha, entregar diplomas y poner a «médicos» sin preparación en la calle. Imaginen a un Lotocki o una Gisela Rimolo —casos reales de negligencia fatal— operando con total normalidad. ¿Quién responde por las vidas perdidas?

Lo mismo aplica a gasistas o electricistas no matriculados: un error y es un desastre. En todos los países serios del mundo, sin importar ideología, las matrículas protegen a la sociedad de los cantas. Con el argumento del «curro», se arriesgan millas de vidas.

El fanatismo digital: propaganda sin datos

Hoy, comunicar en redes te da un falso estatus de sabelotodo. Pero nadie ve el peligro de opinar solo con ideología, sin argumentos ni datos. Muchos países ya regulan estas comunicaciones chabacanas por su falta de veracidad, floja argumentación y por propagar riesgos que después nadie asume. Se amparan en la «libertad de expresión», que rige para periodistas formados, pero no para fanáticos que hacen «periodismo» sin título: pura propaganda de sus ideas.

Desregulares matrículas no es libertad; es irresponsabilidad que cobra vidas. Hora de priorizar la seguridad sobre el dogma.

Sobre Nosotros

Por Claudio Gambale

Claudio Gambale 47 años , Periodista de Tres de Febrero.