EL PARTIDO MÁS LARGO DE LA HISTORIA DE WIMBLEDON: MAHUT VS ISNER

Foto @Datafactory

En el césped sagrado de Wimbledon, se vivió uno de los momentos más extraordinarios en la historia del tenis. El encuentro entre el estadounidense John Isner y el francés Nicolas Mahut no solo rompió récords, sino que también capturó la imaginación y el asombro del mundo del deporte.

Una Batalla Épica

El enfrentamiento, que comenzó el 22 de junio de 2010, se extendió durante tres días y acumuló un tiempo total de 11 horas y 5 minutos, estableciendo un récord como el partido más largo jamás jugado en la historia del tenis. La magnitud de este evento fue tal que no solo agotó físicamente a los jugadores, sino también a los espectadores y al personal del torneo.

Desglose del Partido

El marcador final fue de 6-4, 3-6, 6-7(7), 7-6(3), 70-68 a favor de Isner. El set decisivo, que por sí solo duró 8 horas y 11 minutos, fue un maratón de resistencia y determinación. La igualdad y la tenacidad demostradas por ambos jugadores dejaron una huella imborrable en el torneo.

  • Día 1: El partido comenzó de manera rutinaria, pero tras empatar dos sets cada uno, la luz natural se desvaneció, y el encuentro tuvo que suspenderse.

  • Día 2: Lo que parecía ser una continuación normal se transformó en una batalla épica cuando el quinto set se alargó más allá de cualquier expectativa, obligando a una nueva suspensión al anochecer con el marcador empatado en 59-59.

  • Día 3: Finalmente, tras más de una hora adicional de juego, Isner logró quebrar el servicio de Mahut y se llevó la victoria con un marcador que parecía sacado de una película de ficción: 70-68.

Impacto y Reacciones

El partido entre Isner y Mahut no solo rompió récords de duración, sino que también estableció nuevos hitos en el número de aces y juegos disputados en un solo encuentro. Isner registró 113 aces, mientras que Mahut consiguió 103, ambos superando el récord anterior de 78 aces en un solo partido.

Los comentarios y elogios no se hicieron esperar. Jugadores, entrenadores y aficionados de todo el mundo expresaron su admiración por la resistencia y el espíritu competitivo de ambos atletas. Roger Federer, varias veces campeón de Wimbledon, describió el partido como “una hazaña de fuerza mental y física sin precedentes”.

Un Legado Duradero

El legendario partido dejó una marca indeleble en Wimbledon y en el mundo del tenis. La cancha 18, donde se jugó este memorable encuentro, se ha convertido en un sitio de peregrinación para los aficionados del deporte, y las sillas donde se sentaron Isner y Mahut durante los descansos se han conservado como reliquias históricas.

El partido entre Mahut y Isner es más que una curiosidad estadística; es un testimonio del espíritu humano y de la capacidad de los atletas para superar límites aparentemente insuperables. Este duelo titánico permanecerá en los anales del tenis como un recordatorio de que, en el deporte y en la vida, la perseverancia y el coraje pueden llevarnos a logros inimaginables.

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