EL PALACIO CECI, PATRIMONIO DE LA COMUNIDAD SORDA: UN RECLAMO PARA QUE VUELVA A LA ESCUELA N°28 BARTOLOMÉ AYROLO

Foto NA

El histórico Palacio Ceci, ubicado en Villa Devoto, fue la sede de la primera escuela para personas sordas de Latinoamérica. Hoy, mientras avanza su restauración a cargo del Gobierno de la Ciudad, la comunidad sorda y organizaciones reclaman que el edificio vuelva a ser destinado a proyectos educativos y culturales que preserven su identidad, especialmente la Lengua de Señas Argentina.

El Palacio Ceci, una imponente mansión construida en 1913 con un estilo renacentista tardío y toques barrocos, fue originalmente la vivienda de la familia Ceci, reconocidos constructores italianos que dejaron una huella en el barrio de Villa Devoto. El edificio, declarado bien de interés arquitectónico en 2001 y ubicado dentro del Área de Protección Histórica de Villa Devoto, tiene una gran importancia histórica y cultural.

Desde 1938, el Palacio se convirtió en sede del Instituto Nacional de Sordomudos, que hoy funciona como la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nº28 «Bartolomé Ayrolo». Esta escuela es clave para la educación y la preservación de la cultura de la comunidad sorda, además de ser un símbolo para la promoción de la Lengua de Señas Argentina (LSA). Sin embargo, actualmente, mientras se realizan trabajos de restauración para devolverle el esplendor original al palacio, no hay garantías claras de que se mantenga su uso educativo y cultural.

María Eva Koutsovitis, referente de La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, ha manifestado con contundencia que «El Palacio Ceci es de la comunidad sorda y debe volver a ella». Junto con el Observatorio del Derecho a la Ciudad, presentó un amparo judicial para que se asegure que el Palacio sea destinado exclusivamente a proyectos educativos y culturales vinculados a la comunidad sorda y la Lengua de Señas Argentina. Según Koutsovitis, el edificio no debe ser utilizado para fines comerciales ni privados que desvirtúen su función original.

La restauración actual incluye mejoras en accesibilidad, sistemas contra incendios, climatización y preservación de su jardín histórico, pero la ausencia de un proyecto definido para el uso educativo genera incertidumbre. La comunidad y organizaciones llaman a no perder de vista que la educación y la LSA son derechos fundamentales y que el Palacio Ceci debe seguir siendo un espacio que representa y fortalece esa identidad.

El Palacio Ceci no es solo un edificio histórico; es un patrimonio cultural y educativo fundamental para la comunidad sorda de Argentina. Los reclamos buscan que su valor y función se respeten, y que este espacio emblemático continúe siendo un lugar de aprendizaje, inclusión y defensa de derechos.

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