EL LIBRO CIRCUITO CAMPS, LA QUERELLA DE LA CTA SE PRESENTÓ EN LA SEDE DE LA CENTRAL

Foto NA

Fue este viernes 13 de septiembre y contó con la presencia de sus autores Rosario Hasperué y Darío Herrera.

Ante una sala colmada de dirigentes y dirigentas, militantes populares y de derechos humanos, se presentó el libro Cicuito Camps, la querella de la CTA (CTA Ediciones) que retoma el trabajo de los y las sobrevivientes de la dictadura militar, de sus abogados y de las organizaciones querellantes.

Marcelo Paredes, director de Cultura de la CTA abrió la presentación contando también que se inauguraba una muestra de fotos sobre el Centro Clandestino de Detención el Atlético e invito a todos y todas a visitar las muestras que siguen: “En octubre tendremos una muestra sobre Carpani y presentaremos un libro sobre su obra junto a la Universidad de San Martín. En noviembre presentaremos una muestra de los artistas plásticos de la Central sobre la soberanía”.

Rosario Hasperué, autora del libro junto a Darío Herrera, dijo que “esta es la primera de una serie de presentaciones porque iremos a todos los lugares donde sea necesario para hacer conocer el contenido de este libro. No solamente tenemos que dar la batalla en las calles y en la justicia sino también en la cultura. Terminamos el libro cuando Milei ya había ganado el gobierno. Las primeras leyes de la dictadura fueron en contra de los derechos de los trabajadores, imposible no linkearlo con la actualidad. Pero esta es la historia de un triunfo popular, el juzgar a los genocidas. Se lo dedicamos a Adriana Calvo, a Jorge Julio López y a Chicha Mariani que se terminó yendo sin haber podido encontrar a Clara Anahí, pero nosotros y nosotras la seguimos buscando”.

Hugo “Cachorro” Godoy, secretario general de la CTA, agradeció el trabajo que hicieron Rosario y Darío y dijo: “el 70 por ciento de los desaparecidos y desaparecidas eran de la clase trabajadora, el objetivo de la dictadura era desorganizar a nuestra clase. En la madrugada del 24 de marzo se llenaron casi todo los pabellones de la Unidad 9 de delegados y trabajadores y se marcaba el objetivo que era claro: desorganizarnos. En 1998 nuestra Central se presentó en España para denunciar el genocidio ante el Juez Garzón de cómo los grandes grupos económicos habían sido financiadores y cómplices, pero además grandes beneficiarios y ejecutores porque en las mismas fábricas había centros de tortura y de detención”.

El dirigente destacó además el trabajo jurídico e intelectual que a lo largo de los distintos juicios, llevaron adelante los abogados, las querellas y los organismos de derechos humanos y de trabajadores y trabajadoras, que pudo ir transformando los mismos debates jurídicos hasta el punto de instalar que los crímenes se daban en el marco de un genocidio. Y haciendo un vínculo con el presente, Godoy dijo que Patricia Bullrich debía renunciar por la política represiva que estaba llevando adelante y por las mentiras que quería difundir diciendo que no había sido la policía quien había gaseado a una niña de 10 años durante la última manifestación popular en defensa de los y las jubiladas. “En este momento que tenemos un presidente que quiere gobernar por decreto, debemos inspirarnos en la capacidad que tuvo nuestro pueblo de terminar con la dictadura. En esa historia nos miramos y por eso estamos orgullosamente felices de presentar este libro que hemos sido capaces de gestar”, concluyó Godoy.

El abogado de lesa humanidad, periodista y escritor Pablo Llonto agregó: “los juicios han marcado tan fuerte la historia que tienen a su vez su propia historia. La primera línea son nuestras Madres, Abuelas, los y las sobrevivientes y los organismos de Derechos Humanos que dijeron juicio y castigo a todos los culpables. La Argentina tiene el elemento diferenciador de buscar desde el primero hasta el último responsable: a los que estaban en las Fuerzas, en la Iglesia, en las empresas. Este libro cuenta gran parte de esa historia y la primera sobreviviente que dio su testimonio en el Juicio a las Juntas fue Adriana Calvo que nos dio una lección jurídica”.

El abogado querellante dijo además que tenemos que retomar el ejemplo de las Madres que cuando nadie las recibía empezaron a escribir en los billetes de pesos los nombres de sus hijos e hijas desaparecidas: “ellas hicieron cosas que nunca se habían hecho en Argentina. Necesitamos recuperar esa inspiración”.

Darío Herrera, autor del libro junto a Rosario, dijo: “quiero destacar que este libro está hecho desde la clase trabajadora y nuestra clase está del lado de las soluciones, somos parte de un proceso de lucha de la clase trabajadora y la lucha por la memoria la verdad y la justicia es parte de esa historia. El genocidio trató de romper la solidaridad obrera, con la responsabilidad empresarial”.

El secretario general de la CTA Autónoma Provincia de Buenos Aires, Oscar “Colo” de Isasi, dijo: “este libro tiene un dato político de época que tenemos que profundizar que tiene que ver con entregar a la Argentina y hacer padecer a su pueblo. Nuestro país era el primero en el mundo, después le seguía Francia, que tenía el poder de hacer un paro el lunes y el martes y el miércoles sentarse a negociar y había que terminar con eso. Este libro esclarece que era un plan para imponer a sangre y fuego el saqueo. Tenemos que militarlo y presentarlo en todas las regionales para que podamos conectar ese pasado con este presente que nos afecta hasta hoy”.

La segunda parte de la presentación estuvo dedicada a reconocer el trabajo incansable de dirigentes sindicales y abogados de derechos humanos. El primer reconocimiento fue para Cachorro Godoy por haber sido un testigo clave en el juicio y un luchador incansable por la justicia social. El segundo fue para Hugo Blasco, dirigente de los y las trabajadoras judiciales: “El mayor compromiso que tenemos es aportar con el conocimiento que ha tenido cada uno, la experiencia vivida y seguir luchando como entonces cuando la dictadura buscaba reconvertir el capitalismo en la Argentina”.

También se reconoció el trabajo de Marcelo Ponce Núñez, abogado de derechos humanos: “Me acordaba de Carlitos Cajade que les daba de comer a los pibes y a las pibas. Logramos las condenas a los genocidas de aquel momento y hoy necesitamos reivindicar la lucha de la gente desde abajo para arriba”.

Marta Vedio y Josefina Rodrigo, abogadas de la APDH también fueron reconocidas, así como la fotógrafa Gabriela Hernández, quien enfatizó la importancia de las fotos como documentos para los juicios.

Teresa Laborde, una de las hijas de Adriana Calvo, también recibió un reconocimiento: “Cuando empezó la última dictadura militar había 4 por ciento de pobreza y los y las sobrevivientes peleaban para que no hubiera ni ese 4, por eso no tenemos que abandonar la calle. Si esos sobrevivientes no tenían miedo y sabían que iban a ganar, tenemos que tomar ese ejemplo”, dijo.

El último homenajeado fue Carlos Zaidman: “comprendimos que había un plan sistemático pata destruir todo lo conquistado por las luchas de nuestro pueblo. Porque luchábamos nos desaparecieron y porque aparecimos seguimos luchando”.

 

Fuente: https://ctaa.org.ar/

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