En la tarde del miércoles se formalizó que el bloque se ampliará a 25 legisladores al fusionarse con los ocho que integran Innovación Federal, que responden a los gobernadores de Salta, Misiones, Río Negro; y también a Osvaldo Llancafilo, del unibloque Movimiento Popular Neuquino. Son todos jefes provinciales que recorren, cada vez más, la Casa de Gobierno para verse con Guillermo Francos.
Las negociaciones entre el Gobierno y la oposición amigable en el Congreso mantiene en constante movimiento al bloque Hacemos Coalición Federal, encabezado por el diputado Miguel Ángel Pichetto. En la tarde del miércoles se formalizó que el bloque se ampliará a 25 legisladores al fusionarse con los ocho que integran Innovación Federal, que responden a los gobernadores de Salta, Misiones, Río Negro; y también a Osvaldo Llancafilo, del unibloque Movimiento Popular Neuquino.
La incorporación del bloque que responde a los gobernadores al liderado por Pichetto se dio durante la sesión del martes en la que la oposición amigable y los bloques de Unidad Popular y el Frente de Izquierda le propinaron una derrota a la unidad parlamentaria conformada por La Libertad Avanza y el PRO. De esta manera, Pichetto recupera más capacidad de fuego luego de que, en abril, y antes de la media sanción a la nueva versión de la Ley Ómnibus, la Coalición Cívica decidiera conforma un bloque separado con sus seis legisladores.
El bloque de Innovación Federal estaba presidido hasta ahora por la salteña Pamela Calletti -quien participó de las negociaciones con el Gobierno para reincorporar el impuesto al tabaco-, y reunía a los legisladores Pablo Oute y Yolanda Vega por Salta; Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik por Misiones; Agustín Domingo por Río Negro; y Osvaldo Llancafilo por Neuquén.
El bloque en cuestión -que se jacta de mantener una línea directa con los gobernadores- se fortalece justo en medio de las negociaciones del flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos con distintos jefes provinciales para asegurar la votación de la denominada Ley Bases en el Senado y luego en su vuelta a la cámara revisora. Las negociaciones con Francos son bajo promesa de reactivar los fondos para obras públicas, aunque el Gobierno insiste en, justamente, lo contrario: no habrá ni un peso para lo que definen como “un reducto de la corrupción”.
Las pruebas más fehacientes son las fotos que Francos se encarga de distribuir posando sonriente con varios gobernadores. Este miércoles fue el turno con cordobés Martín Llaryora, cuyos legisladores ya integraban el bloque liderado por Pichetto. Llaryora llegó a Casa Rosada con una serie de reclamos para avanzar con el traspaso de obras públicas nacionales, actualmente paralizadas, con el objetivo de completarlas desde el Gobierno provincial. El gobernador anticipó que su prioridad es avanzar en la autopista San Francisco-Córdoba y en la autovía Holmberg-Río Cuarto.
No se firmó un convenio al respecto, pero sí se habló del “futuro traspaso de obras públicas al Gobierno de Córdoba, así como a temáticas relacionadas con el desarrollo económico y productivo provincial”, informó Jefatura de Gabinete en un comunicado.
Francos, hasta ahora, accedió a este reclamo de traspasar obras para que las provincias puedan finalizarlas sólo con cinco gobernadores. Luego de recibir al cordobés, mantuvo una reunión con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, y cerró la tarde con la visita del neuquino, Rolando Figueroa. Previamente había alcanzado acuerdos con los aliados de Juntos por el Cambio: el de Jujuy, Carlos Sadir; de Entre Ríos, Rogelio Frigerio; y de Chaco, Leandro Zdero.
“Acordamos distribuirnos responsabilidades respecto a la continuación de ciertas obras. Algunas continuarán a cargo del Gobierno nacional, mientras que otras lo harán bajo la órbita de las provincias”, dijo Francos.
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