EL FÚTBOL ARGENTINO EN CRISIS DE ORGANIZACIÓN VA PERDIENDO INTERES

El fútbol argentino atraviesa un momento crítico, marcado por la falta de programación y cambios constantes de fechas en la Copa Argentina, así como por una reestructuración de la Primera División que ha generado más confusión que soluciones.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), liderada por “Chiqui” Tapia, ha implementado un formato con demasiados equipos y sin descensos, lo que ha desvirtuado la competencia y ha alimentado las críticas sobre la gestión actual.

La Copa Argentina, un torneo que debería ser un escaparate del fútbol nacional, se ha visto afectada por una falta de claridad en su programación. La AFA tiene la potestad de modificar fechas y horarios a su conveniencia, lo que genera incertidumbre entre los clubes y sus aficionados.

En la liga profesional de fútbol se refleja en la reciente participación del influencer Sprenn en Deportivo Riestra, quien debutó en un partido donde jugó apenas un minuto antes de ser reemplazado. Este tipo de decisiones cuestionables pone de relieve la falta de seriedad en la gestión del torneo.

La reestructuración de la Primera División también ha sido objeto de controversia. Con 14 equipos en dos zonas y sin descensos, el formato actual parece más un intento de mantener a clubes en la categoría que una verdadera competencia. Esta situación no solo afecta a los equipos involucrados, sino que también disminuye el interés del público, que anhela ver un torneo competitivo y bien organizado.

Las categorías del ascenso enfrentan una crisis similar. Hay una excesiva cantidad de equipos para los pocos lugares disponibles en las divisiones superiores. Esta saturación dificulta el progreso de clubes que realmente merecen ascender y contribuye a una atmósfera de frustración generalizada entre los aficionados y directivos.

El arbitraje argentino se encuentra en un momento crítico, con errores graves que han influido en partidos clave. La falta de consistencia y calidad en las decisiones arbitrales no solo afecta el resultado de los encuentros, sino que también erosiona la confianza del público en el sistema. Juan Sebastián Verón ha expresado su preocupación al comparar las ganancias obtenidas por Flamengo al ganar la Copa Brasil con lo que recibe el campeón de la Copa Argentina, subrayando así las desigualdades económicas dentro del fútbol argentino.

Este descalabro administrativo bajo el mando de la AFA está alimentando teorías sobre la necesidad de implementar sociedades anónimas deportivas (SAD) como solución a los problemas estructurales del fútbol argentino. La mala gestión financiera por parte de la AFA, especialmente con los ingresos generados por la selección nacional, ha comenzado a dividir a los clubes locales, creando tensiones internas que podrían tener repercusiones a largo plazo.

En este contexto convulso, es evidente que el fútbol argentino necesita una revisión profunda y urgente para recuperar su prestigio y competitividad. La falta de liderazgo claro y decisiones coherentes está llevando al deporte rey en el país hacia un futuro incierto.

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