El 21 de mayo de 1892 se estrenó en Milán la ópera Pagliacci, del compositor italiano Ruggero Leoncavallo.
Esta obra es uno de los máximos exponentes del verismo, un movimiento operístico que retrata la vida del pueblo y sus pasiones con crudeza y realismo. La trama gira en torno a un actor que, en plena función teatral, asesina a su esposa, también actriz, en un momento de celos y tragedia. Pagliacci se suele presentar junto con Cavalleria Rusticana, de Pietro Mascagni, formando un dúo clásico del repertorio verista.
Su estreno marcó un antes y un después en la historia de la ópera, acercando al público historias intensas y humanas, alejadas de los temas mitológicos o aristocráticos tradicionales.
Esta ópera sigue siendo una de las más representadas en el mundo y un símbolo de la fuerza expresiva del verismo.