EL DISCURSO LIBERAL ATRASA: NACIÓN VUELVE AL DÍA DE LA RAZA Y TRES DE FEBRERO CELEBRA LA DIVERSIDAD CULTURAL

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En el marco del 12 de octubre, fecha que históricamente se celebraba como el Día de la Raza y en años recientes fue reivindicada como Día de la Diversidad Cultural para reconocer a los pueblos originarios, el Gobierno Nacional decidió retomar el antiguo nombre, generando debates y contradicciones.

Foto Secretaria de Culto Nación.

La secretaría de Culto de la Nación expresó un discurso alineado con este cambio: «Este día de la Raza somos el reflejo de nuestra historia. Reconocerla es esencial para comprender nuestra identidad y seguir construyendo una sociedad más justa. Valoramos nuestro legado, defendemos nuestras bases fundacionales y construyamos un futuro de grandeza basado en nuestra herencia». Este mensaje fue recibido con críticas por desconocer el pasado indígena y legitimar la ocupación y saqueo perpetrados desde la llegada de Colón.

En contraste, el intendente de Tres de Febrero, alineado con el liberalismo y apoyo del Gobierno de Javier Milei, optó por un discurso más progresista y enfocado en la inclusión cultural local. Su administración organizó en la Plaza de la Unidad Nacional una celebración bajo el lema «Unión, Cultura y Memoria», que incluyó música, danza tradicional, feria de artesanos y gastronomía típica argentina.

El jefe comunal destacó: «Muy contentos de haber compartido un lindo feriado con nuestras raíces a flor de piel y rodeados de amigos, familia y toda la cultura que hoy forma nuestra identidad como argentinos y tresfebrerenses. ¡Gracias por sumarse! ¡A seguir disfrutando un domingo de cultura, memoria y reflexión!»

Esta dualidad revela una tensión interna en el espacio liberal: mientras a nivel nacional se reafirma un discurso conservador y nacionalista, a nivel local se busca captar votos de sectores más moderados con discursos inclusivos y culturales. Sin embargo, esta estrategia genera un dilema interno, ya que el electorado liberal más duro no acompaña el discurso progresista del municipio.

En definitiva, el 12 de octubre volvió a evidenciar las contradicciones del liberalismo argentino, entre la reivindicación de un pasado excluyente y la búsqueda de nuevas identidades culturales y sociales que interpelan la historia.

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