En 1909, un terremoto de magnitud estimada en 7.3 Mw y con una intensidad máxima de IX (EMS-98) afectó Madrid y varias poblaciones cercanas.
Aunque la región es de baja actividad sísmica, el sismo causó daños significativos y provocó un tsunami. El rey Fernando VI, presente en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, ordenó enviar encuestas pueblo por pueblo para evaluar los daños.
Este evento es uno de los terremotos más importantes en la historia sísmica de España y permitió mejorar el conocimiento y la gestión del riesgo sísmico en el país.