El 20 de mayo de 1932, Amelia Earhart hizo historia al convertirse en la primera mujer en realizar un vuelo transatlántico en solitario, partiendo de Harbour Grace, Canadá, y aterrizando en Irlanda.
Su hazaña desafió las barreras de género en la aviación y la consolidó como pionera y símbolo de valentía y perseverancia.
Este vuelo de más de 3.000 kilómetros demostró que las mujeres podían alcanzar logros extraordinarios en campos dominados por hombres, inspirando a generaciones futuras a perseguir sus sueños sin límites.