El 27 de diciembre de 2001, Racing Club conquistó el Torneo Apertura argentino al empatar 1-1 como visitante ante Vélez Sarsfield en el estadio José Amalfitani, rompiendo una sequía de 35 años sin títulos locales que había marcado al club de Avellaneda desde su último campeonato en 1966.

Bajo la dirección técnica de Reinaldo «Mostaza» Merlo, la «Academia» sumó 43 puntos en 19 fechas, superando a San Lorenzo por un margen de dos unidades y celebrando en un contexto de profunda crisis económica nacional que hacía del fútbol un bálsamo colectivo. El gol de cabeza de Gabriel Loeschbor, a los 72 minutos, vendió la hazaña ante 45 mil espectadores, muchos de ellos hinchas racinguistas que invadieron el Amalfitani y el Cilindro de Avellaneda en una movilización histórica.

El Camino al Título: Temporada de Resurrección

La campaña del Apertura 2001 comenzó con dudas para Racing, que venía de años irregulares y un descenso evitado en 1999. Mostaza Merlo, ídolo como jugador, consolidado en junio de ese año y armó un equipo aguerrido con figuras como Roberto Ayala, Claudio Husaín, Gonzalo Lovato y el arquero Ramón «Mono» Díaz, priorizando solidez defensiva y contragolpes letales. Destacaron victorias clave como el 3-0 ante Boca Juniors en La Bombonera y un 4-1 a River Plate, que impulsaron al equipo a la cima en la recta final. Con 14 triunfos, 3 empates y solo 2 derrotas, Racing exhibió un fútbol práctico pero efectivo, promediando 2 goles por partido y concediendo apenas 14 en total, un récord que reflejaba la garra pampeana de Merlo.

La previa del último partido contra Vélez fue tensa: la «Academia» necesitaba no perder para coronarse, mientras San Lorenzo jugaba simultáneamente. Miles de hinchas racinguistas coparon Buenos Aires, pintando la ciudad de celeste y blanco en medio del caos del «corralito» bancario y las protestas sociales. El empate llegó tras un preciso centro de Maximiliano Salas que Loeschbor cabeceó imbatible, desatando la euforia en el Cilindro, donde 50 mil almas seguían el encuentro por pantallas gigantes.

Mostaza Merlo: El Héroe de la Tribu

Reinaldo Merlo, nacido en 1950 en Monte Buey, Córdoba, se convirtió en leyenda eterna esa noche. Como DT interino, sumó 60 puntos en 33 partidos ese año, un promedio impresionante que lo catapultó a la banca permanente. «La gente de Racing es el número uno del mundo», declaró post-partido, mientras era alzado en andas. Su estatua frente al Cilindro, inaugurada meses después, inmortaliza esa gesta con su gesto característico. Merlo, conocido por frases como «¡Con mostaza se juega mejor!», revivió el espíritu racinguista, integrando juveniles como Gastón Campi y veteranos como Pedro Sarabia.

Figuras Clave y Momentos Inolvidables

Roberto Ayala, zaguero central y capitán, fue el baluarte defensivo con su liderazgo y cortes providenciales, luego tricampeón con Valencia en Europa. Claudio Husaín aportó goles y bastante en el medio, mientras Gonzalo Lovato y Víctor Zapata hilvanaron jugadas decisivas. En el arco, Felipe Fassnacht y Gastón Sessa alternaron solidez. El video del gol de Loeschbor, con la narración de Lalo Palacios («¡Cabeza de Loeschbor! ¡Gol de Racing! ¡Campeón!»), se viralizó como himno generacional, disponible en archivos de TyC Sports.

Impacto en la Crisis Argentina y Legado Eterno

En diciembre de 2001, Argentina vivía el colapso económico post-devaluación, con presidentes interinos y saqueos callejeros. El título de Racing, un club popular de la clase obrera, simbolizó resistencia y unión: «Nos salvó el alma», recordaban hinchas años después. Post-coronación, la «Academia» sumó la Copa Sudamericana 2002, pero la gloria del 27/12 permanece intacta, con festejos anuales en Avellaneda que se reúnen a generaciones. Veinticuatro años después, en 2025, el Cilindro sigue vibrando con esa memoria, inspirando a un Racing que busca nuevos títulos bajo la presidencia de Víctor Blanco.

Celebraciones y Ecos en el Fútbol Argentino

La fiesta duró días: micros desde Avellaneda hasta Liniers, incidentes menores con la policía y un desfile improvisado por la 9 de Julio. Vélez, con goles de Rolando Zárate, no pudo evitar la historia. Paralelamente, Olimpo ascendió ese día, pero Racing eclipsó todo. En 2025, con el fútbol argentino en era Milei y formatos híbridos, esta efeméride motiva debates sobre identidades cluberas en tiempos de superliga. Mostaza, hoy comentarista, sigue siendo referente: «Ese equipo tenía hambre de gloria».

Con NA.​

Sobre Nosotros

Por Claudio Gambale

Claudio Gambale 47 años , Periodista de Tres de Febrero.