En París, el 16 de mayo de 1703, murió Charles Perrault, escritor francés que dio forma literaria a cuentos que se han convertido en pilares de la literatura infantil universal, como Cenicienta , Pulgarcito , Barba Azul y La Bella Durmiente.
Su obra sentó las bases del género de los cuentos de hadas, influyendo en generaciones de lectores y adaptaciones posteriores.
Perrault no solo fue un narrador, sino también un crítico literario que defendió el valor moral y educativo de sus relatos. Su legado perdura en la cultura popular y en la educación infantil alrededor del mundo.
La muerte de Perrault marcó el fin de una era literaria, pero su obra continúa viva en la imaginación de niños y adultos.