El 24 de diciembre de 1968 marcó un hito en la historia de la exploración espacial cuando la tripulación de la misión Apolo 8 transmitió el primer mensaje de Navidad desde la órbita lunar.
Los astronautas Frank Borman, Jim Lovell y William Anders leyeron pasajes del Génesis ante una audiencia global de millones, fusionando ciencia y tradición en un momento icónico de la Guerra Fría. Esta hazaña no solo celebró la víspera navideña, sino que preparó el terreno para el alunizaje del Apolo 11 meses después, simbolizando el triunfo humano sobre lo imposible.
La misión Apolo 8 fue la primera tripulada en salir de la órbita terrestre baja y circunnavegar la Luna, completando diez vueltas alrededor del satélite natural entre el 24 y 25 de diciembre. Desde una distancia de 384.000 kilómetros, los tripulantes enviaron imágenes en vivo de la Tierra naciente, una visión que inspiró el movimiento ambiental y cambió la percepción del planeta como un frágil oasis azul. Borman cerró el mensaje con «Dios bendiga a todos en esta Tierra buena», un gesto que unió fe y tecnología en plena era espacial estadounidense contra la Unión Soviética.
Este evento trascendió la NASA: el papa Pablo VI lo bendijo públicamente, y la transmisión radial alcanzó a radios católicas en Latinoamérica, incluyendo Argentina, donde miles sintonizaron en víspera de Nochebuena. En el contexto local, el hito coincidió con tensiones políticas bajo el gobierno de Juan Carlos Onganía, pero sirvió como respiro esperanzador para una sociedad ávida de logros colectivos. Hoy, el 24 de diciembre de 2025, revive como recordatorio de cómo la humanidad, en su afán por las estrellas, encontró unidad en la celebración navideña.