Por real cédula del 15 de diciembre de 1617 (efectuada el 16), el rey Felipe III de España dividió la Gobernación del Río de la Plata en dos: la Provincia del Río de la Plata (capital Buenos Aires, incluyendo Santa Fe, Corrientes y Concepción del Bermejo) y la del Guairá (capital Asunción, con Villarrica y Santiago de Xerez).
Propuesta por el virrey Hernando Arias de Saavedra, la medida buscó mejorar el control administrativo y religioso en territorios vastos del Cono Sur y Paraguay colonial. Esta división fortaleció la presencia española, facilitando la gestión de la cuenca del Plata frente a amenazas indígenas y portuguesas.
La real cédula, registrada en los Acuerdos del Cabildo de Buenos Aires (Tomo IV), marcó el nacimiento formal de la jurisdicción rioplatense, precursora del actual territorio argentino y base para la independencia. Respondía a la complejidad geográfica post-conquista, separando el litoral fluvial del interior paraguayo para mayor eficiencia evangelizadora y fiscal. Así, Buenos Aires emergió como centro político, sentando bases para su papel protagónico siglos después.
En el contexto virreinal, esta efeméride del 16 de diciembre simboliza la reorganización colonial que delineó fronteras modernas; su estudio en archivos históricos resalta cómo las decisiones metropolitanas moldearon la identidad sudamericana.