DIEGO VALENZUELA: DE ALIADO DIALOGISTA CON ALBERTO FERNÁNDEZ A FÉRREO CONTRINCANTE DE KICILLOF, DEMOSTRANDO QUE SU AMBICIÓN DE PODER NO TIENE IDEOLOGIA
El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, protagoniza un claro ejemplo de la dinámica política actual en la provincia de Buenos Aires, donde la ambición de poder parece superar cualquier compromiso ideológico.
Valenzuela pasó de ser un interlocutor respetuoso y colaborativo con el presidente Alberto Fernández a un crítico implacable del gobernador bonaerense Axel Kicillof, marcando un giro político que invita a analizar su verdadera agenda.
En 2021, Valenzuela se mostró en una sintonía política positiva con Alberto Fernández y la administración nacional al participar junto al Presidente en la presentación del programa «Paradas Seguras», destinado a mejorar la seguridad en la región metropolitana de Buenos Aires. En esa ocasión, Valenzuela afirmó que «la seguridad es una prioridad y no entiende de colores políticos», destacando la necesidad de un trabajo conjunto entre Nación, Provincia y municipios. Del mismo modo, Fernández elogió a Valenzuela por su predisposición a la cooperación, diciendo: «Tenemos que hacer como con Diego, viendo qué hace falta trabajando juntos, eso es lo que tenemos que hacer y olvidarnos del resto».
Sin embargo, el panorama cambió radicalmente en los últimos años, ya para 2025 Valenzuela se convirtió en un férreo opositor del gobernador Kicillof. Critica con dureza su manejo de la seguridad y la política provincial, calificando la gestión de «cultura plana» y denunciando falta de apoyo y recursos para los municipios en esta materia. Para Valenzuela, la postura de Kicillof se ve condicionada por una labor ideológica que frena soluciones reales a los problemas de inseguridad en el Conurbano, y reclama un liderazgo más firme y proactivo del gobernador en seguridad. Este cambio lo llevó a pedir públicamente que Kicillof «se corra» y acepte ayuda del gobierno nacional para enfrentar la crisis de inseguridad, evidenciando una ruptura política profunda dentro del oficialismo provincial.
Esta evolución en su postura revela que el núcleo que mueve a Valenzuela no es la fidelidad ideológica, sino la ambición de poder y posicionamiento político. La voluntad de cooperar con un gobierno nacional cuando le conviene y la dureza en confrontar a su propio espacio provincial cuando siente una oportunidad electoral o política queda en evidencia en sus declaraciones y acciones.
Valenzuela pasa así de un perfil dialoguista y colaborativo a un actor combativo y crítico, en una clara demostración de que, para algunos dirigentes, la búsqueda de poder no se rige por discursos ideológicos sino por intereses estratégicos. El intendente de Tres de Febrero se abre camino hacia futuras contiendas políticas mostrando versatilidad y pragmatismo, dejando atrás concepciones partidarias para apostar a la eficacia en términos electorales.