DIEGO RIVERA: EL LEGADO DEL MURALISTA MEXICANO QUE MARCÓ EL SIGLO XX
El 24 de noviembre de 1957 falleció en Ciudad de México Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos, conocido mundialmente como Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas del siglo XX y un icono del arte mexicano. Nacido en Guanajuato en 1886, Rivera se destacó por su arte con fuerte contenido político y social, que plasmó en numerosos murales emblemáticos tanto en México como en Estados Unidos.
Diego Rivera fue un protagonista fundamental del renacimiento del muralismo mexicano, junto a otros artistas como José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros. Su obra abarcó desde frescos en la Secretaría de Educación Pública hasta la emblemática pintura «Sueño de una tarde dominical en la Alameda,» un retrato histórico que reúne personajes de distintas épocas mexicanas en una sola escena.
Su trabajo no solo se limitó a México; entre 1930 y 1934 vivió en Estados Unidos, donde realizó murales en San Francisco, Detroit y Nueva York, aunque este último fue destruido a causa de la controversia generada por la inclusión en él de la figura de Lenin. Su arte reflejaba la mezcla del orgullo nacional y la crítica social, siempre con un profundo compromiso político y cultural.
Diego Rivera dejó un legado inmenso como artista, renovador de técnicas y como un símbolo de la identidad mexicana. Su muerte en 1957 significó la pérdida de un icono, pero su obra permanece viva y continúa inspirando generaciones en todo el mundo.
En Notigital recordamos y celebramos la vida y obra de Diego Rivera, un artista que convirtió los muros en relatos vivos de la historia y la cultura latinoamericana.
