En el marco del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, especialistas explican que se trata de una enfermedad que generalmente no da síntomas y, si no se diagnostica y no se trata, provoca frecuentemente complicaciones graves como el infarto de corazón, el accidente cerebrovascular o la necesidad de diálisis por daño renal.

Si bien muchas investigaciones exponen la importancia de cuidar la hipertensión arterial, habitualmente esta no presenta síntomas, por lo cual se la considera como el «enemigo silencioso» y puede afectar el cerebro, corazón y riñón sin siquiera notarlo.

En este sentido, los expertos médicos sostienen que una alimentación sana es la que respeta que el 50 por ciento del plato sean verduras, un 25 por ciento proteínas y el otro 25 por ciento almidones. Además, incluye el uso moderado de sal. Solo así, se estará combatiendo efectivamente a la hipertensión arterial.

Consejos para prevenirla

Adoptar un estilo de vida saludable, mantener un peso adecuado, realizar actividad física regularmente, controlar el consumo de sal y evitar hábitos perjudiciales como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, son algunas de las medidas clave para prevenir esta patología.

Los médicos especialistas consideran que hay que tener en cuenta algunos consejos para prevenir esta enfermedad y, entre ellos, se encuentran:

– Mantener un peso adecuado.

– Comer saludablemente, seguir una dieta rica en frutas y verduras.

– Realizar actividad física regularmente.

– Evitar el exceso de sal, alcohol y tabaco.

– Medir la presión arterial con frecuencia.

– Mantener una rutina de sueño acorde.

– Reducir el estrés.

La sal, todo un problema

El consumo de sal promedio en Argentina es de casi el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. La importancia de la prevención de la hipertensión arterial tiene que ver con ciertos hábitos que hacen más probable la aparición de esta enfermedad, como la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de comidas ultra procesadas y con exceso de sal.

De hecho, el 60 por ciento de las personas que sufren de hipertensión arterial son sensibles a la sal, es decir, que, al ingerir sodio, sufren un aumento de la presión arterial. En el país, el promedio de consumo de sal es de once gramos al día, lo cual está muy por encima de los estándares saludables que estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 5,75 gramos al día.