DÍA INTERNACIONAL DE LA ESPINA BÍFIDA: VISIBILIZANDO UNA MALFORMACIÓN CONGÉNITA Y PROMOVIENDO LA PREVENCIÓN Y EL APOYO
Cada 21 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Espina Bífida, una fecha dedicada a sensibilizar a la sociedad sobre esta malformación congénita del sistema nervioso central que afecta a la médula espinal y la columna vertebral.
Se trata de una condición que ocurre cuando el tubo neural no se cierra completamente entre la tercera y cuarta semana del embarazo, lo que puede derivar en discapacidades motoras, hidrocefalia y otros daños neurológicos de por vida.
La espina bífida es una de las principales causas de discapacidad en la infancia, sólo superada por la parálisis cerebral, y requiere un enfoque integral que incluya prevención, diagnóstico temprano, tratamiento médico y apoyo psicológico y social. Entre las preventivas más efectivas se cuenta la ingesta adecuada de ácido fólico por parte de mujeres en edad fértil antes y durante el embarazo, lo cual ha demostrado reducir significativamente la incidencia de esta enfermedad.
En esta jornada, se busca no solo visibilizar las dificultades y necesidades de las personas que conviven con la espina bífida, sino también promover la investigación científica para mejorar los tratamientos y la calidad de vida de los afectados. Organizaciones y asociaciones especializadas realizan campañas de concientización, actividades educativas e iniciativas simbólicas como la iluminación de edificios con luz amarilla para expresar solidaridad.
El Día Internacional de la Espina Bífida es un llamado a unir esfuerzos desde la salud pública, la comunidad científica y la sociedad en general para garantizar el acceso a cuidados oportunos y una vida digna para quienes enfrentan esta condición. La lucha por la prevención y la inclusión sigue siendo vital para transformar la realidad de miles de familias en el mundo.
Con AFP.
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