¿DESARROLLO URBANO O NEGOCIO INMOBILIARIO? EL POLÉMICO PROYECTO QUE DIVIDE TRES DE FEBRERO

El gobierno municipal de Tres de Febrero, liderado por Diego Valenzuela, ha puesto en marcha un ambicioso plan de desarrollo urbano que promete transformar terrenos estatales en viviendas y espacios públicos.

Sin embargo, lo que podría parecer una solución a la crisis habitacional del distrito está generando dudas, críticas y hasta sospechas entre los vecinos. ¿Es este proyecto una verdadera apuesta por el bienestar de la comunidad o un negocio inmobiliario encubierto?

El plan, que será tratado en las próximas semanas en el Concejo Deliberante, incluye audiencias públicas para debatir las propuestas de desarrollos urbanísticos en Caseros, Ciudad Jardín y Pablo Podestá. Sin embargo, muchos vecinos ya han expresado su malestar por lo que consideran un proceso poco transparente y excluyente.

El sistema de inscripción para participar en las audiencias ha sido señalado como engorroso y de difícil acceso. La inscripción se puede realizar presencialmente en la Dirección de Planeamiento Urbano o a través de un formulario online, pero varios ciudadanos han denunciado problemas para anotarse. Esto ha alimentado la sospecha de que el municipio busca limitar la participación ciudadana y avanzar con el proyecto sin escuchar voces disidentes.

Uno de los puntos más polémicos del plan es el impacto ambiental. En zonas como Altos de Podestá, donde se construirán viviendas cerca del arroyo Morón, los vecinos temen la pérdida de espacios verdes. Además, advierten sobre posibles problemas relacionados con la infraestructura existente, como el abastecimiento de agua y electricidad, que ya son insuficientes para la población actual.

En Ciudad Jardín, el traslado del Comando de Patrullas para liberar terrenos destinados a viviendas también ha generado preocupación. Aunque desde el municipio aseguran que las nuevas construcciones respetarán la identidad del barrio y su entorno cultural —donde conviven instituciones como la Biblioteca Popular y el Baldío Teatro—, muchos residentes no están convencidos.

El municipio ha insistido en que las audiencias públicas son una instancia clave para escuchar a los vecinos y mejorar las propuestas. Sin embargo, varias personas consideran que estas reuniones serán meramente informativas y no permitirán modificaciones reales al proyecto. “Nos van a explicar lo que ya decidieron hacer”, comentan algunos ciudadanos con escepticismo.

Además, existe una preocupación generalizada sobre la venta de terrenos estatales para financiar estos desarrollos. ¿Qué pasará si los recursos generados no se reinvierten en obras públicas como prometió el gobierno? ¿Es este un modelo sostenible o simplemente una forma de privatizar espacios públicos?

El proyecto urbanístico en Tres de Febrero refleja un desafío común en muchas ciudades: cómo equilibrar el desarrollo habitacional con la preservación del medio ambiente y la calidad de vida. Si bien es innegable que existe una necesidad urgente de viviendas asequibles, esta no puede resolverse a expensas de la participación ciudadana ni del patrimonio ambiental.

El gobierno municipal tiene ahora la responsabilidad de garantizar un proceso transparente e inclusivo. Solo así podrá demostrar que este proyecto no es un negocio inmobiliario disfrazado, sino una verdadera apuesta por el futuro del distrito. Los vecinos han hablado: desarrollo sí, pero no a cualquier costo.

 

Sobre Nosotros