En medio de flojas actuaciones del equipo, el DT, que llegó para suceder a Gallardo, quedó en el ojo de la tormenta por sus decisiones y hubo charlas con los referentes del plantel para revertir el momento.
La dura derrota de River ante Vélez, sumado a la eliminación reciente del Millo en la Copa Libertadores y los malos resultados conseguidos fuera del Monumental pusieron a Martín Demichelis en el ojo de la tormenta en medio del clima de preocupación que envuelve al club. Esta situación no solo repercutió en la imagen que tenía el entrenador hacia afuera, cuando ya venía siendo criticado por los hinchas, sino también puertas adentro empieza a ser visto de reojo, principalmente por los referentes, con quienes mantuvo una reunión.
En el plantel es resistido por los futbolistas más experimentados, que vienen de estar acostumbrados a otro modo de conducción durante los ocho años del ciclo del Muñeco. Si bien se filtraron unas supuestas decisiones que tendría tomadas el entrenador pensando en 2024 que involucran a los futbolistas de mayor experiencia, algunos de los cuales no serían tenidos en cuenta, el tema fue tratado en una reunión.
Por eso, la relación entre las parantes es tirante por lógica, desde la dirigencia y el plantel aseguran que no está rota y consideran que se vive un ambiente propio del momento futbolístico en el que, luego de ser campeones con un gran nivel, quedaron afuera de la Copa Libertadores muy temprano cuando era el principal objetivo. Aunque la derrota con Vélez profundizó esta crisis, en el núcleo del plantel creen que pueden sacarlo adelante.
Pero lo que más incomodidad genera son los constantes cambios. Por ejemplo, para visitar a Vélez, modificó el esquema y no puso a Manuel Lanzini ni a Nacho Fernández, sino que decidió el ingreso de Facundo Colidio y Pablo Solari para formar un 4-3-3. Además, sacó a Esequiel Barco, el futbolista más desequilibrante del equipo.
La llegada del exdefensor para hacerse cargo de la difícil tarea de suceder a Marcelo Gallardo, el técnico más ganador en la historia del club, en el banco fue una decisión de la dirigencia encabezada por Jorge Brito que se la jugó con el exjugador surgido en la institución que hasta el momento no había dirigido a ningún conjunto de Primera. Micho solo había tenido una experiencia en las formativas del Bayern Munich y en la Reserva del equipo. Si bien su estreno fue más que exitoso, con un equipo que jugó bien y fue contundente campeón de la Liga Profesional, en los últimos meses el nivel bajó y los resultados no acompañaron.
Desde que quedó afuera de los octavos de Copa ante Inter de Porto Alegre, los simpatizantes de la Banda comenzaron a cuestionar en redes el planteo del técnico que le costó comenzar perdiendo en la ida como local pese a que lo dio vuelta y finalmente en los penales se quedó sin el gran objetivo. Ya en la Copa Argentina el DT había caído en otro mano a mano al ser derrotado por Talleres. También a lo largo del ciclo fue señalado por algunos cambios, principalmente en la visita al Maracaná ante Fluminense en la goleada por 5-1. Y durante la fase de grupos de la Copa también hubo dudas en las presentaciones del equipo como visitante.
Por otro lado, en este nuevo River de la Copa de la Liga, Demichelis comenzó a probar algunas variantes como el ingreso de Santiago Simón de lateral derecho, pese a ser volante, en desmedro de Milton Casco, que venía siendo titular en ese sector, y de Andrés Herrera, la única alternativa natural que tiene el plantel. Ese cúmulo de decisiones hicieron mella en la relación con varios de los pesos pesados que hoy no sería la mejor, pese a que varios de ellos, como Enzo Pérez y Jonatan Maidana, no tienen su continuidad asegurada más allá de diciembre por cuestiones contractuales.
Aún así, lo cierto es que Demichelis fue la gran apuesta de la dirigencia para encarar esta etapa post Gallardo y es un hecho que lo apoyarán lo que más puedan. Porque si bien el exzaguero viene de ser campeón con un equipo de alto vuelo, en estos meses de transición en la que el Millo solo disputará la Copa de la Liga, el técnico estará en permanente evaluación. La primera gran prueba la tendrá el próximo domingo 1° de octubre cuando visite a Boca por el Superclásico de la fecha 7. Luego, dependerá de lo que muestre el conjunto en los próximos partidos, si logra reponerse de esta mala racha -está antre uno de sus peores registros fuera de casa-y si finalmente es protagonsita del certamen local.
Con esto, la crisis puertas adentro en River vuelve a estar en agenda luego de años de que no sucediera. Incluso, fue un ítem en el que más se destacó la gestión de Gallardo. En sus ocho años de conducción, jamás se filtró un problema interno, independientemente de si los hubo o no, y eso fue otra de las medallas que se colgaban en el club además de los 14 títulos conseguidos.