En Argentina, el juego de poderes y el tironeo político están en pleno apogeo, con el presidente Javier Milei en el centro de la escena.
Recientemente, Milei, quien se autodenomina liberal y libertario, ha lanzado críticas directas contra el Grupo Clarín, acusándolo de monopolio y de intentar controlar el 70% de las telecomunicaciones en el país. Esta postura es particularmente interesante, ya que se alinea con críticas históricas del peronismo hacia Clarín.
La compra de Telefónica Argentina por parte de Telecom, controlada por accionistas del Grupo Clarín, ha generado un fuerte debate sobre la concentración de poder en el sector de las telecomunicaciones. El gobierno de Milei ha anunciado que investigará esta operación para evitar la formación de un monopolio que podría dejar el 70% de los servicios en manos de un solo grupo. Esta posición es sorprendente, dado que Milei ha defendido en el pasado los monopolios privados, siempre que no sean impuestos por el Estado1.
En un posteo en X, Milei acusó a Clarín de “mentir” y de crecer a través de “negociaciones turbias con el Estado”. Además, mencionó que el ex presidente Eduardo Duhalde habría ayudado al grupo a evitar una deuda significativa en 2002. Estas acusaciones son similares a las que históricamente han hecho sectores del peronismo, lo que genera un interés particular en la política argentina.
Mientras tanto, una encuesta de la consultora Poliarquía, muy seguida por el “círculo rojo”, reveló un panorama positivo para el gobierno de Milei antes del estallido del escándalo cripto, pero también destacó los “excesos” del presidente y su impacto negativo en la credibilidad. Esta situación política compleja muestra cómo el poder y el círculo rojo están en constante tensión, cada uno tratando de influir en la opinión pública.
En resumen, la situación política en Argentina se caracteriza por un intenso juego de poderes, donde el presidente Milei se enfrenta a críticas y desafíos tanto desde dentro como desde fuera de su gobierno. Su postura contra Clarín, similar a la del peronismo, refleja las complejidades de la política argentina, donde las alianzas y los intereses pueden cambiar rápidamente. El escenario político sigue siendo dinámico, con el poder y el círculo rojo tironeando para llevar agua a su molino. Sin embargo, la postura de Javier Milei parece más un oportunismo o enojo hacia el grupo por considerar que no se alinean a sus políticas como si lo hacen otros canales, como A24 y algunos programas de LN+.