CON MILEI, ARGENTINA NO VA AL FUTURO, CAMINA AL PRECIPICIO
Análisis del economista y candidato a diputado Claudio Lozano sobre el panorama económico actual.
En un contundente análisis difundido a través de sus redes sociales, Claudio Lozano, economista y candidato a diputado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por Unidad Popular, alerta sobre la grave situación económica que atraviesa Argentina bajo las políticas implementadas por Javier Milei y sus colaboradores, en particular el ministro de Economía, Sergio Massa y el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y las consecuencias de mantener una línea económica insostenible.
El Banco Central (BCRA) informó recientemente el cambio de balance a julio de 2025, corroborando lo que Lozano denuncia: la persistente lógica de endeudamiento y fuga de capitales que compromete cualquier posibilidad de crecimiento y bienestar a futuro. Según los datos oficiales, en los primeros siete meses del año, Argentina pagó la considerable cifra de 9.800 millones de dólares por intereses y capital de la deuda pública, mientras que en ese mismo período se registró una fuga de capitales por 14.200 millones de dólares.
Lozano enfatiza la irracionalidad de esta dinámica: «Mientras el país se endeudaba con el FMI y otros organismos internacionales por un total de 17.696 millones de dólares, pagaba deuda y sufría una fuga de divisas de 24.000 millones de dólares. Es decir, deuda para pagar deuda y fugar».
Además, la política económica que presume una reducción de la inflación en pesos ha provocado un desplazamiento de la inflación a dólares, resultando en una salida de divisas de 6.300 millones de dólares por turismo y compras en el exterior. Sumando estos gastos a los pagos de deuda y la fuga de capitales, la pérdida total en divisas asciende a 30.300 millones de dólares en solo siete meses, lo que equivale al 74% de las reservas internacionales del país.
Un dato aún más alarmante es que, en este contexto, la política económica elimina totalmente el saldo comercial positivo del país (11.128 millones de dólares) y la nueva deuda tomada. «Como siempre señalamos, un proceso insostenible», concluye Lozano.

Los números que acompañan el análisis revelan cifras preocupantes:
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La cuenta corriente registra un déficit de 1.273,3 millones de dólares al julio, principalmente por el déficit en servicios y el pago de intereses de deuda. De los 6.800 millones correspondientes al déficit de servicios, 6.300 millones se explican solo por egresos en turismo y compras al exterior.
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En pago de intereses, se desembolsaron 5.531 millones de dólares, de los cuales 4.600 millones correspondieron al pago de la deuda pública.
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La compra de dólares para atesoramiento privado creció descontroladamente, con 5.432 millones en julio y un acumulado de 14.200 millones en siete meses.
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Por otra parte, el Gobierno nacional canceló deuda por 2.700 millones de dólares en julio, alcanzando un total de 5.200 millones en lo que va del año.
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El clima de negocios refleja esta incertidumbre: se registró una salida de inversión extranjera directa cercana a los 1.400 millones de dólares.
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En suma, la fuga de capitales, el pago de deuda y la venta de dólares a particulares con mayor poder de compra retiraron 30.400 millones de dólares de la economía, equivalente al 74% de las reservas internacionales brutas.
