Chus Lampreave nació el 11 de diciembre de 1930 y se convirtió en una de las actrices españolas más queridas, especialmente por sus papeles secundarios llenos de ironía y ternura en el cine de autor.
Su rostro, asociado a personajes excéntricos y entrañables, marcó a varias generaciones de espectadores, con una carrera que la llevó a trabajar con directores de renombre ya ser reconocido como parte del acervo afectivo del cine ibérico. Aun después de su muerte en 2016, su figura se mantiene vigente en reposiciones televisivas, en plataformas y en el recuerdo de la crítica, que suele destacar cómo desde un rol aparentemente menor podía apropiarse de la escena y darle un matiz inolvidable a cada película.