CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL NIÑO EN TRES DE FEBRERO: EL MUNICIPIO, SU INTENDENTE Y LAS CONTRADICIONES
El municipio de Tres de Febrero decidió celebrar este año el Día del Niño bajo una nueva perspectiva y en sintonía con las políticas y discursos del gobierno nacional actual.
A través de sus redes sociales oficiales, la municipalidad expresó un mensaje lleno de afecto y compromiso hacia la infancia del distrito: «Hoy celebramos la alegría, la imaginación y los sueños de quienes llenan de magia cada rincón de nuestro municipio. Desde la Muni reafirmamos nuestro compromiso de crear espacios donde puedan disfrutar, aprender y crecer seguros y felices. ¡Feliz día a todos los vecinitos que nos inspiran a construir un futuro mejor».
Este cambio simbólico—que implicó modificar la nomenclatura tradicional de «Día de la Niñez» o «Día de la Infancia» por el «Día del Niño»—marca una clara adhesión a la línea discursiva nacional vigente. Sin embargo, este gesto ha generado debates en el contexto local, pues durante gobiernos populares anteriores, la frase “Con los chicos no” expresaba un posicionamiento en defensa de los derechos infantiles que ahora se percibe diluido en esta nueva celebración oficial.
Mientras el municipio festeja y envía mensajes de esperanza y cuidado hacia los niños y niñas, desde otro sector político, La Libertad Avanza, se denuncian decisiones controversiales: no se ha incrementado el salario a los trabajadores del Hospital Garraham, institución clave para la atención pediátrica, y se ha promovido el veto a la ley de discapacidad. Estas acciones han sido interpretadas como una falta de compromiso con los derechos y el bienestar de los niños, niñas y sus familias.
Estas contradicciones evidencian las tensiones políticas que atraviesan la región. Por un lado, el municipio de Tres de Febrero pone en escena una celebración en línea con el poder nacional, con un mensaje optimista y conciliador hacia la infancia. Por otro, la oposición cuestiona políticas que consideran perjudiciales para los sectores más vulnerables y sus cuidadores.
En definitiva, la manera en que se celebra el Día del Niño en Tres de Febrero no solo es un acto festivo, sino también una escena política que refleja distintas visiones y prioridades sobre cómo concebir y cuidar a la infancia en el presente local y nacional. Este contraste abre el debate necesario sobre la coherencia entre los discursos oficiales y las acciones concretas que impactan en la vida diaria de los niños y sus familias.
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