ARGENTINA VA A CONTRAMANO DE LAS REFORMAS LABORALES EN EUROPA: PAÍSES BAJOS REDUCEN LA JORNADA A 32 HORAS

Foto NA

Mientras países como los Países Bajos avanzan hacia la reducción progresiva de la jornada laboral, con un promedio actual de 32,1 horas semanales —la más baja de la Unión Europea— buscando generar más espacio para el bienestar, la salud y el disfrute, Argentina sigue anclada en un esquema laboral más propio del siglo XIX.

 

En los Países Bajos, esta reducción no fue impuesta por ley, sino que se dio de manera gradual gracias a una cultura laboral flexible orientada al cumplimiento de objetivos, la autonomía del trabajador y el teletrabajo, lo que permitió mantener bajos índices de desempleo y altos niveles de productividad.

En cambio, Argentina mantiene desde 1929 una jornada legal de 48 horas semanales, siendo uno de los países con mayor cantidad de horas de trabajo y, además, con una preocupante informalidad laboral. Muchos empleadores no cumplen con los pagos ni con las condiciones establecidas, lo que contribuye a la precarización y falta de protección para los trabajadores. Distintos proyectos de reforma laboral propuestos hasta ahora no han logrado avanzar hacia la disminución de la jornada, manteniéndose en una lógica antigua y poco acorde con las propuestas globales actuales.

Es importante recordar que el período en el que los trabajadores argentinos consiguieron más derechos fue durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Durante su gestión se lograron convenios de trabajo más igualitarios, la instauración de vacaciones pagas, la creación de tribunales laborales, la implementación del aguinaldo, indemnizaciones, licencias y múltiples mejoras que sentaron las bases de la legislación laboral moderna en el país. Estas conquistas laborales transformaron radicalmente la relación entre empleadores y trabajadores, otorgando mayor justicia y protección al movimiento obrero.

Mientras el mundo apuesta por la reducción horaria para mejorar la calidad de vida, Argentina sigue insistiendo en modelos que no sólo descuidan esta perspectiva sino que además perpetúan desigualdades en el mercado laboral y dificultan la formalización del empleo.

Sobre Nosotros