En un contexto marcado por la opresión y el conflicto, el fútbol argentino jugó un papel crucial durante la dictadura militar y la Guerra de Malvinas.
Hoy, el 10 de abril de 2025, recordamos un momento significativo en la historia del fútbol argentino, cuando, en plena Guerra de Malvinas, se forjaron amistades genuinas entre hinchas de diferentes clubes, como los zarateños y tricolores, quienes se unieron en un grito contra el régimen y en homenaje a los jóvenes soldados que luchaban en el conflicto.
La Guerra de Malvinas, iniciada el 2 de abril de 1982, fue un intento desesperado de la dictadura militar para mantenerse en el poder ante el creciente descontento popular y las violaciones a los derechos humanos. Durante este período, el fútbol continuó siendo una fuente de distracción y unión para la sociedad argentina. Los clubes de fútbol, a menudo vinculados a figuras del régimen, también jugaron un papel complejo en este contexto.
Algunos clubes argentinos mantuvieron estrechas relaciones con la dictadura militar. Sin embargo, esta relación no fue uniforme, y hubo momentos de resistencia y disidencia dentro de la sociedad y el fútbol.
En este contexto, la amistad entre hinchas de diferentes clubes, como los zarateños y tricolores, se convirtió en un símbolo de unidad y resistencia contra el régimen. A pesar de las diferencias, estos grupos se unieron en un grito común, recordando a los jóvenes soldados que luchaban en Malvinas y denunciando al régimen militar. Esta hermandad, que lleva más de 43 años, es un testimonio del poder del fútbol para trascender las divisiones políticas y sociales.
Hoy, al recordar este aniversario, saludamos a la gente del CADU y a todos aquellos que han mantenido viva esta hermandad a lo largo de los años. La historia del fútbol argentino durante la dictadura y la Guerra de Malvinas es compleja, pero también es un recordatorio del espíritu de resistencia y solidaridad que puede surgir en momentos de adversidad.