A DOS AÑOS DE DECRETAR EL DÍA DEL ESCRITOR
Se conmemora en la Argentina en homenaje al nacimiento, en 1874, del poeta y escritor Leopoldo Lugones, principal exponente del modernismo en Hispanoamérica el día del escritor.
Lugones comenzó su actividad literaria y política en la ciudad de Córdoba, con su incursión como periodista en la publicación considerada atea y anarquista El Pensamiento Libre. Además, participó en la fundación del primer centro socialista de la ciudad de Córdoba. En esa época publicó poesía bajo el seudónimo de «Gil Paz».
Poco después y ya en Buenos Aires, se unió al grupo socialista que integraron, entre otros escritores, José Ingenieros, Alberto Gerchunoff, Manuel Baldomero Ugarte y Roberto Payró y escribió de manera esporádica para varios medios, entre los que estuvieron el periódico socialista La Vanguardia y el periódico roquista Tribuna. En Buenos Aires, en aquel entonces, Lugones generó constante polémica no tanto por su obra literaria sino por su protagonismo político, que sufrió fuertes virajes ideológicos a lo largo de su vida: pasó por el socialismo, el liberalismo, el conservadurismo y el fascismo. En esa época, conoció a Rubén Darío, quien tuvo una importante influencia en su obra y cuyo prestigio le facilitó el ingreso al diario La Nación.
En 1897 Lugones publicó su primer libro, Las montañas del oro, de estilo inspirado en el simbolismo francés. Algunos capítulos de este libro habían sido publicados anteriormente en una revista dirigida por Paul Groussac llamada La Biblioteca. En 1898 se adhirió a la Sociedad Teosófica, en la llamada «Rama Luz», sección de la que dos años más tarde fue elegido secretario general. Su interés por el ocultismo y la teosofía había comenzado años atrás, cuando vivía en Córdoba. Entre ese mismo año y 1902 escribió cuatro ensayos (Acción de la teosofía, Nuestras ideas estéticas, Nuestro método científico y El objeto de nuestra filosofía) para las revistas Philadelphia (Buenos Aires) y Sophia (Madrid) en donde expuso las principales ideas teosóficas sobre la ciencia, el arte y la filosofía.
El 13 de noviembre de 1899 Lugones se adhirió a la masonería al iniciarse en la Logia Libertad Rivadavia N° 51. En 1903 fue expulsado del socialismo por haber apoyado la candidatura conservadora de Manuel Quintana para la presidencia de la Nación.[cita requerida]
En 1905 publicó Los crepúsculos del jardín, obra cercana al modernismo y que recogía las tendencias de la literatura francesa, en particular el simbolismo. Experimentó con cuentos de misterio en 1906 con su obra Las fuerzas extrañas, la cual también muestra la afición de Lugones al ocultismo y a las ideas teosóficas.
En 1911 Lugones publicó su ensayo Historia de Sarmiento. En 1913, pronunció en el Teatro Odeón una serie de conferencias tituladas El Payador, ante la presencia, entre otros personajes ilustres, del entonces presidente Roque Sáenz Peña; el tema principal de las conferencias (recopiladas y publicadas en 1916 con el título homónimo de las mismas) era el poema gauchesco Martín Fierro y la exaltación de la figura del gaucho como paradigma de nacionalidad. En la obra de Domingo Faustino Sarmiento y de José Hernández, Lugones encontró lo que él llamó «la formación del espíritu nacional»: «Facundo y Recuerdos de provincia son nuestra Ilíada y nuestra Odisea. Martín Fierro nuestro Romancero».
En 1915 asumió como director de la Biblioteca Nacional de Maestros, cargo en el que se desempeñó hasta su muerte.13 En 1920, comenzó a advertirse en él un giro hacia las ideas nacionalistas de ese entonces con la publicación de un libro de doctrina política: Mi beligerancia. Al año siguiente, publicó una obra que puede considerarse de divulgación científica, El tamaño del espacio y, en 1922, en un retorno al simbolismo, publicó Las horas doradas. En 1923 pronunció una conferencia en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, titulada Ante la doble amenaza, que le generó un repudio por parte del espectro político democrático de ese entonces. En esa ocasión el dirigente socialista Alfredo Palacios lo calificó de chauvinista.[cita requerida]
En 1924 recibió el Premio Nacional de Literatura y, en 1928, presidió la Sociedad Argentina de Escritores. En esa época, Lugones era un impulsor de las tendencias fascistas que empezaban a obtener adhesiones en la sociedad argentina. Si bien no participó en su preparación, Lugones fue un importante propagandista del golpe militar protagonizado por José Félix Uriburu el 6 de septiembre de 1930, que derrocó de la presidencia a Hipólito Yrigoyen. Su entusiasmo con el régimen instaurado ese año le valió el rechazo de los círculos intelectuales porteños.
A pesar de su adhesión al nacionalismo autoritario desde la década de 1920, Lugones se opuso al antisemitismo. En 1935 escribió el prólogo de la edición argentina del libro La mentira más grande de la historia: los protocolos de los sabios de Sion, de Benjamin W. Segel; obra la cual denuncia como fraude el célebre panfleto antisemita conocido como Protocolos de los Sabios de Sion.15 Por esa época también abandonó su postura intolerante con el cristianismo, al que siempre había despreciado, y poco antes de morir se declaró reconciliado con la religión católica.