Val Kilmer llegó al mundo el 31 de diciembre de 1959 en la soleada ciudad de Los Ángeles, California, Estados Unidos. Desde joven, su carisma y talento lo catapultaron a la fama, consolidándose como un intérprete multifacético capaz de transitar entre comedias absurdas, blockbusters de acción y biografías musicales intensas.
Su breakthrough llegó con Top Secret! (1984), una parodia espía dirigida por los hermanos Zucker que lo mostró como un cómico nato. Pero fue su rol como el legendario Jim Morrison en The Doors (1991), bajo la dirección de Oliver Stone, lo que lo inmortalizó: Kilmer no solo imitó la voz y los gestos del carismático líder de The Doors, sino que capturó su esencia rebelde y atormentada, ganando elogios unánimes de la crítica.
Kilmer brilló también en Top Gun (1986), como el arrogante piloto Iceman frente a Tom Cruise, y en Batman Forever (1995), donde encarnó a un Bruce Wayne/Batman introspectivo y atormentado. Otro highlight fue El Santo (1997), donde interpretó al icónico espía literario en una adaptación llena de gadgets y giros.
A lo largo de su carrera, Kilmer ha sumado más de 70 filmes, incluyendo colaboraciones con directores como Joel Schumacher y Ron Howard. En años recientes, ha enfrentado desafíos de salud –como un cáncer de garganta que afectó su voz–, pero regresó con fuerza en Top Gun: Maverick (2022), retomando su rol de Iceman en un emotivo cameo.
Hoy, a sus 65 años, Val Kilmer sigue siendo un símbolo de la era dorada de Hollywood, recordándonos el poder transformador de la actuación.