Hoy se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de Héctor Timerman, el diplomático y periodista argentino que dejó un legado controvertido en la política exterior del país. Timerman murió el 30 de diciembre de 2018, tras batallar contra un cáncer de linfonodos agravado por restricciones judiciales que le impidieron viajar para tratamiento en el exterior. Su trayectoria, marcada por el exilio familiar durante la dictadura y su rol como canciller entre 2010 y 2015, sigue generando debates en el ámbito político y de derechos humanos.
Trayectoria clave
Héctor Timerman, hijo del periodista Jacobo Timerman, se exilió en 1978 en Nueva York tras el secuestro de su padre por la dictadura militar, donde cofundó Americas Watch y militó por los derechos humanos. Regresó en 1989 para dedicarse al periodismo en revistas como Tres Puntos y Debate, antes de ingresar a la diplomacia como cónsul en Nueva York y embajador en EE.UU.. Como canciller bajo Cristina Fernández de Kirchner, impulsó las reclamaciones por las Malvinas y firmó el Memorándum con Irán por la AMIA, acciones que lo llevaron a procesos judiciales posteriores.
Legado controvertido
Su gestión priorizó alianzas en América Latina y África para la soberanía malvinense, pero el Memorándum generó críticas y su procesamiento por encubrimiento, del que fue sobreseído póstumamente. Familiares y referentes peronistas lo recuerdan como un «judío hecho y derecho» y víctima de persecución política, con homenajes en la Cancillería a tres años de su muerte. Políticos y derechos humanos reivindican su compromiso con la memoria y la diplomacia progresista.