Hoy, 30 de diciembre, se conmemora el nacimiento de Teresa Parodi, una de las artistas más emblemáticas del cancionero nacional, quien llegó al mundo en 1946 en el seno de una familia humilde en Buenos Aires. Nacida como María Teresa Casanova, su trayectoria se forjó en los tiempos turbulentos de la dictadura militar y la resistencia cultural, convirtiéndose en símbolo de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia.
Parodi debutó en la escena musical en la década de 1970, con un estilo que fusionaba folklore, tango y rock, siempre al servicio de la denuncia social. Canciones como «No quiero que me entierren militar» o «Las muy feas» se transformaron en himnos de protesta, interpretados en festivales como Cosquín y en giras por Latinoamérica. Su voz ronca y comprometida acompañó generaciones, desde la militancia peronista hasta las Madres de Plaza de Mayo, con quienes compartieron escenarios y causas.
Durante la democracia, su carrera no decayó: fue Ministra de Cultura de la Nación entre 2009 y 2010 bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, impulsando políticas para democratizar el acceso al arte. Ganadora de múltiples premios, incluido el Konex de Platino, Parodi ha editado más de 20 discos y sigue activa, componiendo y cantando sobre temas como la igualdad de género y los derechos humanos. En 2023, recibió el Diploma al Mérito de la Legislatura porteña por su aporte a la cultura.
En un contexto actual marcado por debates sobre la identidad nacional y la libertad artística, el aniversario de su nacimiento invita a redescubrir su obra. «La música es un arma de resistencia», solía decir. Hoy, a sus 78 años, Teresa Parodi sigue vigente, recordándonos que el arte popular argentino late con fuerza en sus acordes.