Joan Manuel Serrat Teresa nació el 27 de diciembre de 1943 en el barrio obrero del Poble Sec de Barcelona, en una familia humilde con padre catalán anarquista y madre aragonesa, lo que forjó su bilingüismo natural en catalán y castellano desde la infancia.
Hijo único en un hogar de posguerra marcado por la pobreza y la represión franquista, creció escuchando coplas de su madre y tangos en las calles, influencias que impregnaron su poesía musical y lo apodaron «El noi del Poble Sec». Este nacimiento en plena dictadura coincidió con una España gris, pero Serrat emergió como voz de resistencia cultural, graduándose como perito agrónomo en 1965 sin ejercer, optando por la guitarra y la canción como vocación.
Inicios en la Nova Cançó y Primeros Éxitos
Sus primeros pasos musicales datan de 1964 en la universidad, formando un grupo efímero que lo impulsó a debutar en solitario en Radio Barcelona con Salvador Escamilla, quien lo recomendó a Edigsa. En 1965 se unió a Els Setze Jutges, colectivo clave de la Nova Cançó catalana que impulsaba la lengua y cultura reprimidas bajo Franco, debutando en público en el Centro Cultural L’Avenç de Esplugues. Éxitos como «Cançó de matinada» y «Paraules d’amor» (1967) lo catapultaron a ventas millonarias en España, grabando su primer single en castellano ese año y rompiendo barreras lingüísticas.
En 1968 se negó a cantar en español en Eurovisión por «La, la, la», defendiendo el catalán, lo que le valió censura y exilio voluntario a Latinoamérica, donde triunfó en Viña del Mar con «Lucía» y Río con «Penélope», ganando premios y girando por Argentina, Chile y Uruguay.
Carrera Dorada: Poesía Musicada y Compromiso Social
Serrat revolucionó la canción de autor musicando a Machado («Dedicado a Antonio Machado, poeta», 1969), Lorca, Neruda y Alberti, fusionando folk, bolero y rumba en discotecas como «Mediterráneo» (1971), su obra maestra con himnos universales que vendió millones y definió generaciones. En los 70 y 80 acumuló éxitos como «Algo personal», «Cada loco con su tema» y «Barcelona, 1000 i 1», denunciando injusticias franquistas y posfranquistas con sutileza poética. Su voz ronca y letras profundas lo convirtieron en ídolo en Hispanoamérica, especialmente Argentina, donde llenó estadios durante la dictadura y se erigió como símbolo de libertad.
Recibió premios como la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1984) y el Premio Nacional de Música (2004), grabando más de 40 álbumes y actuando hasta su retiro en 2022 con la gira «Adiós», emocionando multitudes en el Bernabéu.
Legado en Argentina y el Mundo: Un poeta cantado
En Argentina, Serrat es mito: sus recitales en el Luna Park y Obras durante los 70 alimentaron la resistencia cultural, con canciones como «Fiesta» censuradas por evocar protestas. Hoy, en 2025, su influencia persiste en artistas como Fito Páez y Charly García, y su retiro se conmemora con homenajes en la FIL Guadalajara, donde recibirá doctorados honoris causa. Canciones como «Mi niñez» evocan su Poble Sec charnego, conectando lo local con lo canción universal, y su legado trasciende fronteras como precursor de la iberoamericana comprometida.