El 19 de diciembre de 1980 falleció en México Héctor J. Cámpora, el efímero presidente argentino que en mayo de 1973 abrió las puertas del peronismo al regreso de Juan Domingo Perón tras 18 años de proscripción, marcando un hito en la historia política del país durante la transición democrática post-dictadura.
Cámpora, odontólogo y militante peronista leal conocido como «el ídolo de la juventud», ganó las elecciones del 11 de marzo de 1973 con el 49,5% de los votos bajo la fórmula FPV-PJ, derrotando a Ricardo Balbín y asumiendo el 25 de mayo en una Plaza de Mayo colmada por 3 millones de personas que gritaban «¡Perón vuelve!».
Su mandato duró solo 49 días, caracterizado por la liberación de 600 presos políticos —incluidos Montoneros y ERP— y la anulación de juicios militares, lo que generó tensiones internas en el peronismo entre ortodoxos y la izquierda revolucionaria. Renunció el 13 de julio para habilitar nuevas elecciones donde Perón triunfó con López Rega como vice, en un contexto de guerrilla ascendente y Triple A emergente. Exiliado en México desde 1976 tras el golpe de Videla, Cámpora rechazó amnistías y mantuvo su rol simbólico como «puente» generacional del PJ.
Su muerte por cáncer a los 64 años, en un departamento de la colonia Cuauhtémoc, provocó un duelo masivo en Argentina pese a la dictadura: miles velaron su cuerpo repatriado, y su funeral en La Chacarita el 23 de diciembre Reunión a Montoneros y sindicalistas. Para Notigital, esta efeméride resalta las fracturas del peronismo en 2025, con paralelismos en debates sobre unidad partidaria bajo el gobierno de Milei y Trump, recordando cómo Cámpora encarnó la esperanza efímera de los 70.