Este lunes 8 de diciembre, mientras en toda Argentina se celebra la Inmaculada Concepción de María, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Tres de Febrero emitió un comunicado que destaca el profundo vínculo entre esta fecha, la fe popular y la lucha por la justicia social.
Para la CTA Autónoma, este feriado nacional no es sólo una celebración religiosa, sino un reflejo de una fe viva y popular que atraviesa generaciones y comunidades. María, figura central de conmemoración, es interpretada desde sus líneas como madre del pueblo, símbolo de cuidado, esperanza y resistencia en un país donde la espiritualidad está imbricada con la historia y la cotidianeidad del pueblo trabajador.
El comunicado subraya que la devoción mariana en Argentina siempre estuvo arraigada en los sectores populares: los criollos, las comunidades originarias y el movimiento obrero. Señala también que la Virgen representa valores como la justicia social, la dignidad humana, la defensa de la vida y la opción por los últimos, basados en el mensaje político y social del Magníficat, que proclama: “Derriba a los poderosos de sus tronos y enaltece a los humildes”.
La CTA hace un llamado a entender la fe popular no como resignación, sino como un motor que impulsa la organización, la solidaridad y la transformación social desde el amor al prójimo. En este sentido, defender la fe es también defender derechos fundamentales: el pan en la mesa, la educación pública, el trabajo digno, la soberanía política y económica, y la comunidad organizada como herramienta para alcanzar la justicia social.
Finalmente, la central sindical invita a celebrar a la Virgen como madre del pueblo argentino, reafirmando que la espiritualidad popular y el compromiso político se entrelazan en la defensa de la dignidad y la vida comunitaria. “La esperanza no es esperar: la esperanza es construir colectivamente un país más justo, solidario y soberano”, concluyen desde la CTA Autónoma de Tres de Febrero.