El cirujano sudafricano Christiaan Barnard realizó el primer trasplante cardíaco humano exitoso en el Hospital Groote Schuur, salvando la vida de Louis Washkansky, un paciente de 53 años.
Aunque Washkansky falleció 18 días después por complicaciones inmunológicas, la operación revolucionó la cardiología mundial y abrió la era de los trasplantes de órganos. Este avance médico, seguido por miles de procedimientos similares, transformó el tratamiento de enfermedades cardíacas terminales.