Según datos oficiales de la cartera de turismo japonesa, unos 7.5 millones de chinos viajaron a la isla en los primeros nueve meses de este año. Esto representó una cuarta parte de los turistas extranjeros que recibió el país.

El vicepresidente de Relaciones Exteriores chino, Sun Weidong, convocó al embajador japonés en Beijing el jueves para advertir que Takaichi debía rechazar sus declaraciones, agregando que “de lo contrario, todas las consecuencias deberán ser asumidas por Japón”

En respuesta a esta declaración, el secretario jefe del gabinete japonés, Minoru Kihara, declaró el sábado a la prensa que el llamamiento de Beijing es «incoherente con la promoción de una relación estratégica y mutuamente beneficiosa», informó Jiji Press.