En la conferencia de prensa realizada hoy, el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Carlos Bianco, dejó claras cuáles son las prioridades y las preocupaciones que enfrenta la gestión provincial en este momento de transición política y climática.
Acompañado por el titular de ARBA, Cristian Girard, y el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo, Bianco abordó dos grandes ejes: la necesidad de un diálogo urgente con el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, y la grave situación de emergencia hídrica causada por las inundaciones en la cuenca del río Salado.
En primer lugar, Bianco confirmó que le solicitó formalmente a Santilli una reunión para tratar temas clave para Buenos Aires, entre los que se encuentran la devolución de fondos que, según expresó, fueron desviados durante la gestión anterior de Javier Milei, la reactivación de obras públicas paralizadas y la transferencia de la jurisdicción sobre la autopista Perón. En un tono crítico pero con ironía, el ministro comentó que la falta de respuesta podría relacionarse con que Santilli «tiene dos trabajos», como diputado y ministro entrante. De todas maneras, enfatizó que presentará una nota formal para garantizar que el pedido de encuentro no quede en el olvido y espera una actitud diferente por parte del nuevo gobierno nacional hacia la provincia.
En cuanto a la emergencia hídrica, Bianco alertó que las lluvias registradas en los últimos meses constituyen las más intensas en tres décadas, con precipitaciones que superan los 2000 milímetros, aproximadamente el doble del promedio anual histórico en la zona afectada. Además, detalló que la acumulación de agua y las inundaciones se agravaron debido a la interrupción de las obras de dragado y escurrimiento que, desde 1997 hasta 2023, habían venido siendo realizadas por diferentes gobiernos provinciales, independientemente de su signo político. Sin embargo, desde la llegada de Milei a la gobernación, estos trabajos fueron discontinuados, creando un «embudo» que impide el correcto desagote del agua en la cuenca.
Esta situación no solo afecta a la población sino que pone en riesgo una de las regiones productivas más importantes del país, ya que la cuenca del Salado concentra el 75% del stock vacuno y el 60% de la producción de granos bonaerense. Frente a esto, la provincia ha declarado la emergencia agropecuaria en más de 30 municipios, impulsó beneficios fiscales para los distritos afectados y fortalece el Fondo Provincial de Emergencia Climática para asistir con maquinaria y subsidios. Sin embargo, Bianco criticó la demora del gobierno nacional en ejecutar fondos ya comprometidos y disponibles, acusando falta de decisión política y solicitando mayor coordinación para acelerar las obras necesarias.
La conferencia mostró un claro llamado a la colaboración entre gobiernos y un fuerte posicionamiento de la provincia para defender sus intereses en la nueva etapa política, con la situación climática como un desafío urgente por afrontar.
Esta declaración representa un punto de partida para el debate político y administrativo que enfrentará Buenos Aires en los próximos meses, entre la gestión de emergencias y la reinserción en la agenda nacional.
Esta fue la conferencia del 10 de noviembre de 2025, transmitida desde la Gobernación bonaerense, en un momento clave para el equilibrio institucional y la gestión territorial.