En el reciente escenario político bonaerense, Karina Milei ha surgido como una figura clave en el gobierno de su hermano, el reconocido diputado nacional Javier Milei. Su influencia ha sido tal, que incluso las filtraciones de “supuestas” coimas en la voz de Spagnuolo no lograron salpicarla ni a ella ni al núcleo íntimo de La Libertad Avanza.
Tras la contundente derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, donde Sebastián Pareja y Martín Menem perdieron por más del 13%, el foco de las críticas no solo recayó en ellos, sino también en la responsabilidad política de Karina Milei. Su rol activo dentro del armado y la gestión provincial ha generado tensiones internas que aún repercuten en el futuro del espacio.
Varias figuras clave bonaerenses de La Libertad Avanza han quedado fuera de las mesas provinciales rumbo a nuevas definiciones políticas. Uno de los más afectados es Agustín Romo, actual integrante de la legislatura bonaerense, quien públicamente pidió explicaciones sobre su exclusión. En medios tradicionales como TN circulan versiones que señalan que esta decisión fue tomada a pedido expreso de Karina Milei, avivando así los rumores que desde hace tiempo señalan que quien realmente conduce las decisiones políticas en la provincia no es Javier Milei, sino Karina.
Esta situación incrementa la preocupación en torno a la crisis política que atraviesa el gobierno nacional y pone en evidencia la compleja interna que La Libertad Avanza debe manejar para reconstruirse y encarar nuevos desafíos electorales.
La influencia de Karina Milei y su papel determinante dentro del espacio muestran cómo, a pesar de las apariencias, el poder real muchas veces se ejerce en las sombras, generando descontento y divisiones que impactan directamente en los resultados electorales y la estabilidad política. De cara al futuro, la consolidación del liderazgo y la articulación interna serán claves para que La Libertad Avanza supere esta etapa y recupere el respaldo popular.