Hace poco, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, difundió una declaración que rápidamente llamó la atención: “Dos mandatos y a tu casa”.
En ese mensaje, criticaba la perpetuación en el poder de quienes buscan seguir en la política más por intereses personales que por vocación de servicio, y publicidad que extenderse en la carga genera un desgaste y pérdida de contacto con la gestión. Esta frase, que parecía un compromiso con la renovación política, hoy choca con la realidad: Valenzuela no solo sigue gobernando su distrito con un mandato vigente, sino que además encabeza la lista como candidato a senador provincial por La Libertad Avanza, alianza entre el PRO y el espacio libertario, en las próximas elecciones de septiembre de 2025.
Este contexto revela una evidente contradicción entre el discurso y la práctica del intendente, cuya candidatura, lejos de ser testimonial, según sus propias palabras, forma parte de un proyecto político que busca consolidar poder a nivel provincial. Valenzuela, que lleva casi una década en el ejecutivo municipal, se presenta para un nuevo cargo sin haber cumplido con su promesa implícita de “dos mandatos y a tu casa”, lo que ha generado críticas y cuestionamientos sobre la sinceridad de su compromiso con la limitación de mandatos.
Además, la gestión de Valenzuela ha sido objeto de críticas por parte de sectores opositores y vecinos, quienes denuncian aumentos impositivos que no se reflejan en mejoras concretas en servicios públicos esenciales y acusan un estilo de gobierno que va en dirección contraria a la renovación que pregona. Por otro lado, su paso al frente en La Libertad Avanza refleja también una búsqueda de visibilidad y poder en un espacio político de creciente influencia, en un momento donde se discute la ampliación o derogación de límites a las reelecciones en la provincia de Buenos Aires, tema que reaviva el debate sobre la continuidad indefinida de funcionarios.
Este doble discurso pone en evidencia la tensión que existe entre los principios declarados públicamente y la estrategia política personal, fenómeno común en la política argentina actual, donde la renovación es reclamada pero la perpetuidad sigue siendo la constante. La candidatura de Valenzuela invita a reflexionar sobre cómo se materializan realmente las promesas de renovación y sobre el verdadero costo político y ético de buscar extender la carrera política más allá de los límites autoimpuestos.
En definitiva, el “Dos mandatos y a tu casa” que Valenzuela proclamó suena hoy a una declaración incierta frente a su propia ambición, desafiando a la opinión pública a cuestionar la coherencia entre mensaje y acción en los líderes que aspiran a representar a la ciudadanía.