NEGOCIACIONES TENSAS: LLA Y EL PRO BUSCAN UN ACUERDO EN LA CIUDAD MIENTRAS EL PARTIDO AMARILLO SE DILUYE

Foto Perfil

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En la Ciudad de Buenos Aires, La Libertad Avanza (LLA) y el PRO están en plenas negociaciones—que por momentos parecen a punto de romperse y en otros casi selladas—para presentar una lista en conjunto en las elecciones de octubre.

La disputa se centra en la cantidad y el orden de los lugares “entrables” en la boleta, con Mauricio Macri presionando para evitar que el PRO quede relegado a un papel meramente testimonial y exigiendo mejores posiciones para sus referentes.

En un comienzo, los libertarios ofrecieron al PRO el tercer y el séptimo lugar en la lista de diputados, algo inaceptable para Macri, que reclamaba el segundo y quinto puesto, esgrimiendo que sólo de esta forma el macrismo podría asegurarse más de una banca en caso de un buen resultado.. Finalmente, ante la cercanía del cierre de alianzas, LLA ofreció ceder los lugares cinco y seis, lo que sigue dejando al PRO con una representación marginal, aunque podría permitirle acceder a ambas bancas si el espacio logra un buen caudal de votos.

A pesar de las negociaciones, las tensiones entre los referentes son evidentes. Karina Milei, principal armadora de la estructura nacional libertaria, no quiere ceder demasiado espacio y habría vetado explícitamente la inclusión de María Eugenia Vidal en la lista de unidades, reforzando la idea de construir una “lista violeta pura”. Esta postura ha generado fuertes críticas de Vidal y su entorno, quienes acusan a Karina Milei de anteponer disputas internas a los intereses de los porteños. De todas formas, queda claro que si Macri acuerda con LLA, Vidal quedaría fuera de cualquier lista unificada, y en caso contrario, buscaría encabezar un armado “de centro” con sectores que alguna vez integraron Juntos por el Cambio.

La definición para el armado final es inminente, ya que el próximo jueves vence el plazo para la inscripción de alianzas. Sin embargo, más allá de las posiciones individuales, lo que este proceso evidencia es la profunda debilidad del PRO, un partido que supo gobernar la Ciudad y el país, y que hoy, tras la implosión de Juntos por el Cambio y su fragmentación, busca no desaparecer absorbido por las “violetas” de Milei.. Mientras algunos actores, como Patricia Bullrich, intentan intervenir, el PRO parece resignarse a un acuerdo en el que sus condiciones brillan por su ausencia y ceden a la lógica dominante de LLA.

En conclusión, el PRO transita el riesgo de convertirse en una expresión minoritaria y testimonial dentro de la escena política porteña, mientras La Libertad Avanza fortalece su hegemonía en el armado opositor de la Ciudad. Lo que alguna vez fue Juntos por el Cambio, hoy ya no existe como tal. El tablero político porteño, entonces, se redefine: los libertarios dominan, el PRO negocia su subsistencia y la vieja coalición se disgrega.

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