SUBA RÉCORD DEL DÓLAR A $1380 : TENSIÓN POLÍTICA, ESTRATEGIAS OFICIALES Y SEÑALAMIENTOS A BANCOS EN UN MERCADO VOLATILIZADO

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La suba del dólar a $1.380 en Argentina marca un nuevo récord nominal en el mercado minorista y pone al gobierno de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, bajo una fuerte presión política y mediática.

El salto ocurrido el 31 de julio fue de $55 en una sola jornada, y el tipo de cambio se acercó peligrosamente al techo de la banda fijada en $1.449 por el propio Ejecutivo, pese a la política de flotación y la expectativa oficial de mantener la cotización más cerca del piso que del techo.

El contexto de la suba responde a una combinación de factores económicos y políticos:

  • Retracción de la oferta exportadora : La liquidación de divisas por parte del sector agroexportador cayó a menos de la sexta parte respecto a junio, luego de la finalización de la baja transitoria de retenciones. Esto reduce la oferta de dólares, mientras la demanda sigue firme, lo que aumenta la presión sobre el tipo de cambio.

  • Tensión política e incertidumbre : Desde el Gobierno se minimizó la situación, atribuyendo parte de la volatilidad al contexto político (“riesgo ‘kuka’” y el temor a la inestabilidad), argumentando que “el tipo de cambio flota, puede subir o puede bajar” y que estas oscilaciones se han repetido otros años, aunque la escalada actual es la más veloz en lo que va de 2025.

  • Intervenciones oficiales limitadas : Las acciones del Banco Central y el Ministerio de Economía se limitaron a intervenciones en el mercado de futuros, pases pasivos y ajustes de tasas, sin conseguir frenar la escalada de precios.

Acusaciones mediáticas y señalización de bancos

En este marco, entró en juego la estrategia de comunicación oficial y la utilización de medios aliados —los llamados “medios hegemónicos”— para intentar instalar la hipótesis de que la suba del dólar fue provocada artificialmente por bancos con intereses contrarios al gobierno. En concreto, desde el propio presidente Milei y sus voces se dejaron trascender que “dos bancos muy importantes” estarían detrás de movimientos especulativos para erosionar al gobierno, sin dar inicialmente nombres.

Sin embargo, en los medios comenzó el operativo para deslizar identidades:

  • Luis Majul sugirió que el Banco Provincia estaría detrás de la operación cambiaria, aunque no lo dijo abiertamente, lo que fue interpretado como un guiño a la versión impulsada por el Ejecutivo.

  • Por la tarde, en C5N durante la emisión de “Argenzuela”, Jorge Rial anticipó que el gobierno buscaría instalar la responsabilidad en el Banco Provincia y mencionó explícitamente que también podrían apuntar contra el Banco Macro y el Galicia. Rial subrayó el componente político detrás de estas maniobras mediáticas y opinó que “estamos en medio de una corrida cambiaria” que los actuales aliados del poder intentan minimizar o desviar con teorías conspirativas.

Este cruce mediático y político generó aún más tensión, con fuertes repercusiones en redes y en programas de debate, donde se denunció el intento gubernamental de desviar la atención de los problemas estructurales del mercado cambiario y de la gestión económica, añadiendo la corrida a actores seleccionados como “enemigos” en vez de reconocer responsabilidades propias.

En resumen, la suba del dólar a $1.380 refleja un escenario de alta fragilidad económica, falta de oferta de divisas, incertidumbre política y una estrategia oficial que, lejos de calmar las aguas, apuesta por señalar culpables en el sector privado, especialmente bancos, mientras los medios afines amplifican la acusación y los opositores la contestan de manera directa y crítica.

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