El problema de la mugre y los vehículos abandonados se agrava mientras crecen las quejas por la falta de respuestas efectivas del municipio de Tres de Febrero.
Por Notigital
La esquina de la calle Parodi al 5200, en pleno Caseros, se convirtió en un punto crítico para los vecinos de Tres de Febrero. Montones de basura acumulada, escombros, autos abandonados y un malestar creciente resumen la realidad cotidiana de quienes viven y transitan por la zona. La situación, lejos de mejorar, parece agravarse ante la mirada preocupada de los habitantes y los reclamos constantes por parte de organizaciones políticas y sociales locales.
“Ya no sabemos a quién reclamar. Vienen de vez en cuando a limpiar, pero a los pocos días está todo igual o peor. Además, los autos abandonados encima se llenan de basura y de ratas”, expresa Mariana, una vecina de la cuadra. Jóvenes, adultos mayores y familias enteras conviven con la proliferación de residuos, malos olores e inseguridad.
Si bien desde la Municipalidad reconocen la problemática y aseguran realizar operativos de limpieza periódicamente, la creciente acumulación de basura evidencia la insuficiencia de las medidas adoptadas. Vecinos aseguran que la recolección “no es regular” y que la zona está olvidada por las autoridades. “El abandono es total. Todo el barrio habla de lo mismo, pero nadie lo resuelve”, agregan.
La situación también fue abordada desde el ámbito político local. Desde Unidad Popular Tres de Febrero declararon: “No puede controlar la mugre en Caseros y quiere ir de gobernador #TresdeFebrero necesita más concejales que piensen en los vecinos y vecinas.” El mensaje apunta directamente a la gestión municipal, en un contexto de creciente malestar barrial y en plena temporada de definiciones electorales.
El abandono de autos genera otra preocupación, además de la suciedad: “Se usan como basureros y a la noche son un peligro, porque no hay suficientes luces y cualquiera se puede esconder ahí”, sostiene otro vecino consultado.
Ante la falta de respuestas concretas, los habitantes de la calle Parodi y sus alrededores continúan organizándose y exigiendo soluciones definitivas para una problemática que, según denuncian, “no deja de crecer y afecta la calidad de vida de todos”.