EL GRAN APAGON DE NUEVA YORK EN 1977: CAOS Y CONSECUENCIAS

Foto ABC

El apagón de Nueva York de 1977, ocurrido entre el 13 y el 14 de julio, es recordado como uno de los episodios más caóticos y simbólicos en la historia de la ciudad. No solo dejó a millones de personas sin electricidad durante más de 25 horas, sino que también desató una ola de disturbios, saqueos e incendios que evidenciaron las profundas tensiones sociales y económicas de la época.

La ciudad atravesaba una grave crisis económica, con recortes presupuestarios, desempleo y una ola de calor sofocante. El clima social estaba marcado por el miedo, en parte por la presencia del asesino en serie «Son of Sam», y por el aumento de la criminalidad y la desconfianza hacia las autoridades. La noche del 13 de julio, una serie de rayos impactaron subestaciones eléctricas en Westchester y Yonkers, provocando la caída de varias líneas de transmisión. A las 9:34 p.m., toda la red eléctrica de Nueva York colapsó, dejando a casi 10 millones de personas sin luz.

El apagón paralizó el transporte: los subterráneos y trenes dejaron de funcionar, los aeropuertos se cerraron y miles de personas quedaron varadas.

La oscuridad facilitó una ola de saqueos y vandalismo que se extendió por 31 barrios, especialmente en zonas vulnerables como el Bronx, Brooklyn y Harlem.

Se registraron: Más de 1.600 tiendas saqueadas y dañadas. Más de 1.000 incendios provocados por actos vandálicos. 3.776 personas detenidas, el mayor arresto masivo en la historia de la ciudad. El costo de los daños se estimó en unos 300 millones de dólares de la época (equivalente a cerca de 1.200 millones actuales).

El apagón mostró la fragilidad del tejido social y la infraestructura urbana de Nueva York. El caos y la violencia contrastaron fuertemente con el apagón de 1965, que había generado solidaridad ciudadana.

El evento tuvo un impacto duradero en la percepción de seguridad, la política urbana y los métodos policiales. El alcalde Abraham Beame, que buscaba la reelección, quedó muy debilitado políticamente tras la crisis.

El apagón también tuvo efectos culturales: se considera que facilitó el acceso de jóvenes de barrios marginales a equipos musicales saqueados, lo que contribuyó al surgimiento del hip hop en el Bronx.

Durante el apagón, el partido de béisbol entre los New York Mets y los Chicago Cubs en el Shea Stadium fue interrumpido en pleno juego.

Se reportó la fuga de seis presos de Rikers Island y una notable caída en la actividad económica durante las horas sin electricidad. A diferencia de otros apagones, este estuvo limitado a la ciudad y no afectó a regiones vecinas.

El Gran Apagón de 1977 no solo dejó a Nueva York a oscuras, sino que iluminó las profundas desigualdades y tensiones de una ciudad al borde del colapso, dejando una huella indeleble en su historia y cultura.

Con AFP.

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