El diputado nacional de izquierda Nicolás del Caño se pronunció con dureza ante el reciente fallo de la jueza estadounidense Loretta Preska, quien ordenó a Argentina transferir el 51% de las acciones de YPF a los fondos buitres que ganaron el juicio contra el Estado por la expropiación de la petrolera en 2012.
Del Caño denunció que esta decisión judicial representa una avanzada del poder estadounidense para imponer los intereses del capital financiero global, y calificó el fallo como «colonialista». Recordó que Preska es la sucesora de Thomas Griesa, conocido por sus fallos favorables a los fondos buitres, y advirtió que Estados Unidos utiliza su sistema judicial como un poder paralelo para condicionar la soberanía de países como Argentina.
El diputado también criticó a figuras políticas como Javier Milei, Carlos Melconian y Patricia Bullrich, a quienes acusó de ser «empleados estrella» de los sectores financieros que se benefician con estas entregas nacionales. En ese sentido, Del Caño recordó que se debería investigar la indemnización de 8.000 millones de dólares que el Estado pagó a Repsol, empresa que vació y destruyó YPF, y cuestionó el papel del grupo Eskenazi, vinculado al kirchnerismo y ahora parte de los denunciantes.
Citando a su compañera Myriam Bregman, Del Caño remarcó que la subordinación de Argentina a jurisdicciones extranjeras tiene raíces históricas que se remontan a la dictadura de Onganía y se profundizaron con la dictadura cívico-militar de 1976, cuando se permitió la intervención de la justicia extranjera en asuntos nacionales.
Finalmente, el diputado sostuvo que para recuperar la soberanía, Argentina debe anular toda jurisdicción extranjera sobre sus intereses, comenzando por la deuda externa.
Este pronunciamiento se da en un contexto de alta tensión tras la orden de la jueza Preska, quien exigió al Estado argentino transferir las acciones Clase D de YPF a una cuenta en el Bank of New York Mellon en un plazo de 14 días, como parte del pago de una condena de 16.100 millones de dólares a los fondos Burford Capital y Eton Capital.