En este contexto propio de un país sin garantías constitucionales, decenas de personas son bajadas y obligadas a esperar a la vera de las rutas y autopistas. A varias se les exige que expliquen su destino, son palpadas, mientras los choferes deben exhibir la documentación y los permisos, como nunca antes en ningún control turístico o viaje de rutina.
Luis Moyano fue una de las víctimas de estas requisas y en diálogo con la 750 contó la dramática situación que viven los simpatizantes de la líder del Partido Justicialista: “Todos los micros que han salido de Córdoba rigurosamente han sido interceptados y requisados con distintos niveles de maltrato”, denunció Luis.