El 16 de junio de 1955, la historia argentina vivió uno de sus capítulos más oscuros y violentos con el bombardeo a la Plaza de Mayo, un acto criminal perpetrado principalmente por la Armada Argentina con apoyo de sectores de la Fuerza Aérea, cuyo objetivo era asesinar al presidente Juan Domingo Perón y derrocar su gobierno constitucional.
Un Ataque Planeado y Brutal
En un día que comenzó con la expectativa de un acto de desagravio a la Bandera Nacional, aviones de la Marina Naval y la Fuerza Aérea lanzaron entre 9 y 14 toneladas de bombas sobre la Casa Rosada, la Plaza de Mayo y sus alrededores, incluyendo la sede de la CGT y otras áreas del centro porteño. Más de 350 personas murieron –la mayoría civiles, incluyendo mujeres y niños– y más de 1200 resultaron heridas, aunque la cifra exacta de fallecidos aún no se puede determinar con precisión debido al estado de los restos.
El ataque se extendió durante cinco horas, con sucesivas oleadas de bombardeos y ametrallamientos, buscando no solo eliminar al presidente y su gabinete, sino también sembrar el terror en la población para impedir cualquier defensa popular del gobierno.
Un Mensaje Contra el Peronismo
Este bombardeo fue el primer ataque directo a la cultura e ideología peronista, un intento violento de terminar con el movimiento político que, a pesar de los años y las persecuciones, sigue vivo en un sector minoritario pero creciente de la sociedad argentina. El peronismo fue sistemáticamente atacado a lo largo de la historia, sufriendo proscripciones políticas, desapariciones durante la última dictadura cívico-militar y hasta intentos de asesinato contra sus líderes, como el fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner.
Incluso durante los 12 años del kirchnerismo, como señaló Néstor Kirchner, el peronismo fue menospreciado con términos como «kirchneristas» para intentar disminuir su valor político, reflejando la persistente resistencia a aceptar la vigencia del movimiento.
La Persistencia del Movimiento Peronista
A pesar de las múltiples agresiones, el peronismo sigue siendo un espacio político activo y con creciente respaldo electoral. Sin embargo, recientes fallos judiciales han vuelto a intentar la proscripción de figuras emblemáticas como Cristina Kirchner, en un contexto que recuerda las viejas prácticas de exclusión política.
Memoria y Reconocimiento
El bombardeo de Plaza de Mayo no solo fue un ataque contra un gobierno, sino contra la población civil y la democracia argentina. Hoy, a 70 años de aquel día, se mantiene viva la memoria de las víctimas y la reflexión sobre la violencia ejercida desde el Estado para intentar imponer el terror y el control político.
Este aniversario nos invita a recordar la importancia de la democracia y la pluralidad política, y a reconocer que la historia del peronismo es también la historia de un pueblo que resistió y sigue resistiendo ante la adversidad y la violencia institucional.
Con NA.