Diego Valenzuela, actual intendente libertario, ha construido parte de su discurso político sobre la premisa de proteger a los niños del uso político en campañas electorales. Durante años, Valenzuela se manifestó en contra de la utilización de menores en actos partidarios, popularizando frases como “Con los chicos no” y criticando abiertamente a otros espacios políticos por involucrar a niños en actividades con fines proselitistas.
El hecho reciente
Sin embargo, en el marco de la actual campaña electoral, Valenzuela compartió en sus redes sociales una publicación sobre una actividad de forestación realizada en la plaza de Villa Matheu (Caseros). En el post, destacó la participación de alumnos del colegio San José Obrero, la parroquia, un jardín de infantes y scouts, enfatizando:
“Gran actividad de forestación con el colegio San José Obrero, la parroquia, jardín de infantes y scouts en la plaza de Villa Matheu (Caseros): se reemplazaron árboles en mal estado y realizamos una plantación de nativas junto a los chicos!”
Esta publicación, fechada el 7 de junio de 2025, pone en el centro de la escena a los niños como protagonistas de una acción comunitaria que, en el contexto de campaña, adquiere inevitablemente una connotación política.
La contradicción expuesta
La actitud de Valenzuela genera controversia por contradecir sus propias declaraciones y críticas pasadas. Mientras antes se posicionaba en contra del uso político de los niños, ahora él mismo visibiliza y capitaliza una actividad con menores en sus redes sociales oficiales, en pleno período electoral.
La utilización de niños en actos públicos o actividades oficiales durante campañas políticas es un tema sensible y recurrente en el debate público. El caso de Diego Valenzuela evidencia cómo, en la práctica, los límites entre lo que se critica y lo que se hace pueden diluirse ante la presión y las necesidades de la campaña, dejando expuesta una contradicción que no pasa desapercibida para la opinión pública.