Un 30 de mayo de 1431, en la ciudad de Rouen, Francia, fue quemada en la hoguera Juana de Arco, acusada de herejía por las autoridades inglesas y la Iglesia.
Conocida como “la Doncella de Orleans”, su valentía y liderazgo en la Guerra de los Cien Años la convirtieron en símbolo de resistencia nacional. Fue canonizada en 1920, y su historia sigue inspirando luchas por la justicia y la libertad.